"Causa un profundo pesar que los terroristas-bárbaros sigan destruyendo monumentos que representan un patrimonio de la Humanidad, y esperamos que tarde o temprano se logre liberar de ellos esos sitios históricos", dijo Peskov en una rueda de prensa.

Para el portavoz los extremistas que lograron ocupar nuevamente la famosa urbe "no tienen derecho a llamarse seres humanos".

Al ser preguntado sobre la existencia o no de planes concretos para proteger Palmira, Peskov advirtió que no puede revelar esa información.

Relaciones Rusia-EEUU

El Kremlin sigue de cerca los contactos internacionales de Washington, pero lo más importante son los intereses nacionales de Rusia, declaró Dmitri Peskov.

"Claro que seguimos de cerca y analizamos los contactos internacionales de Washington (…) Pero los intereses nacionales de Rusia son lo más importante y todo está subordinado a estos intereses", dijo Peskov a la prensa.

Los periodistas le habían preguntado al portavoz presidencial cómo evalúa el Kremlin los contactos internacionales que mantuvo la Administración Trump, particularmente con China y con Japón.


El Kremlin espera que los presidentes de Rusia y EEUU Vladímir Putin y Donald Trump se encuentren en algún formato en la cumbre del G20 en Alemania en julio.

"Partimos de que en julio próximo se celebra (la cumbre del) G20 en Alemania donde los presidentes se reunirán de una u otra forma", dijo.

Al mismo tiempo, indicó que por el momento no hay "nada concreto" respecto a la posibilidad de que los dos líderes se reúnan antes de la cumbre del G20.

Caso Edward Snowden

Peskov apuntó que la situación del estadounidense Edward Snowden, exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) asilado en Rusia desde 2013, no forma parte de la agenda bilateral.

A la pregunta de si el Kremlin discutió con la nueva administración de EEUU el asunto de Snowden, el portavoz dijo que "no se ha planteado".
"El tema no forma parte de las relaciones bilaterales de momento", aclaró el portavoz.

Snowden desveló en junio de 2013 la existencia de programas globales de ciberespionaje en EEUU y el Reino Unido.

Poco después, escapó a Hong Kong y de allí a Rusia, que primero le concedió asilo por un año y luego extendió el permiso de residencia hasta 2017 y, hace poco, hasta 2020.

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