Los cronistas respiran al romper la melé. Ya explicó Jorge Lorenzo los pormenores de su fichaje por Ducati, cuando se acerca Marc Márquez (Cervera, 1993), que observaba la escena desde un rincón de la sala de prensa, y reclama: «Y bien, ¿No tenéis ninguna pregunta para mí?». La demanda sólo es una guasa. Sobra atención para el actual líder del Mundial, pero confirma dos cosas: que ya recuperó su entusiasmo y que ya arrinconó la polémica. «Necesitaba esto, la verdad. Quizá no haya punto y final, pero ha habido punto y aparte», celebra el dos veces campeón de MotoGP ante la grabadora de EL MUNDO ya en el motorhome de Honda, donde el blanco corporativo se mantiene en la mesa de negociaciones. Aunque ha recibido ofertas y, al contrario que hace dos años, no se decidirá pronto, tras los últimos movimientos la empresa japonesa y él están obligados a entenderse. Sólo queda un puesto de líder: el que ya ocupa.
Etiquetas: