"Durante los 30 años de ocupación de nuestras tierras, se cometió el genocidio de Joyalí contra el pueblo azerbaiyano. Fuimos sometidos a una limpieza étnica y, como consecuencia, más de un millón de nuestros compatriotas azerbaiyanos se convirtieron en refugiados y desplazados internos. Se sembraron casi un millón de minas en nuestro territorio, acompañadas de actos de urbicidio, culturicidio y ecocidio. Muy a nuestro pesar, impulsados por el fanatismo religioso y la islamofobia, ciertos círculos occidentales han hecho la vista gorda ante la ocupación de nuestras tierras por Armenia, han distorsionado la esencia del conflicto y han intentado presentarlo como un conflicto religioso", subrayó el presidente."Durante la ocupación, nuestros centenarios monumentos históricos y culturales, incluidos lugares islámicos como lugares de culto, mezquitas, santuarios y cementerios, fueron destruidos, profanados y arrasados. Numerosos sitios del patrimonio cultural han sido saqueados, se ha alterado su finalidad y se ha falsificado su filiación. En la actualidad, mientras se llevan a cabo esfuerzos de reconstrucción a gran escala en nuestros territorios liberados, se están restaurando mezquitas y lugares de culto destruidos, y algunos se están construyendo de nuevo”, añadió el jefe de Estado.
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