"Los pilotos rusos impidieron la propagación del fuego a Portezuelo, Navidad, Concepción, San Javier y San Juan", dijo la fuente.
Además precisó que desde el inicio de sus operaciones el avión efectuó 13 vuelos y arrojó un total de 546 toneladas de agua.
El IL-76 con capacidad para lanzar 42 toneladas de agua, maniobra en las zonas en las que se registra la situación más complicada.
"La misión principal de los pilotos rusos es controlar los grandes focos de fuego y proteger a los poblados", indicó.
Rusia utiliza también sus satélites espaciales para identificar los focos activos y comparte estos datos, disponibles en español, ruso e inglés, con el organismo del Ministerio de Agricultura de Chile que coordina las tareas de extinción.
El Gobierno chileno decretó el estado de excepción en la Región Metropolitana, Valparaíso, Coquimbo, O`Higgins, Maule, Bío-Bío y La Araucanía por los incendios que han causado al menos 11 muertes.
Según informó la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, el fuego ha destruido el poblado de Santa Olga situado en la comuna de Constitución y la cifra de evacuados asciende a más de 6.000 personas.
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