Los historiadores estiman que la tradición de alabar a la patrona de los pescadores —también conocida como Ináe, Marabó y Janaína, entre otros nombres— se formó a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.
La playa de Río Vermelho en Salvador de Bahía es el núcleo principal de la fiesta, donde una multitud vestida de blanco hace cola para entregar flores a los pescadores, que al final de la tarde se hacen a la mar con sus barcas para entregárselas a la diosa.
Yemayá tiene fama de ser vanidosa, por lo que muchos fieles también lanzan al mar bisutería, espejos, jabones, perfumes e incluso comida.
Sin embargo, en los últimos años la conciencia ambiental —son cientos de kilos de ofrendas— está ganando terreno y cada vez son más los devotos que optan únicamente por ofrendas biodegradables, principalmente rosas.Sputnik
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