Anacláudia Rossbach, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), lo declaró en una mesa redonda de alto nivel sobre financiación climática para las ciudades organizada por la COP29.
"La realidad es que la mayoría de las ciudades sufren, en primer lugar, de bajos niveles de gasto en relación con las necesidades, en segundo lugar, de una escasa generación de recursos propios y, en tercer lugar, de una inversión privada extremadamente limitada en infraestructuras públicas en entornos urbanos. Las barreras subyacentes requieren mejoras y cambios en los sistemas institucionales, jurídicos y políticos, y estas barreras no se superan rápidamente. Esto requiere financiación y esfuerzo en cuatro áreas principales. En primer lugar, tenemos que apoyar las reformas, reforzar los sistemas subyacentes y abordar las condiciones que frenan la inversión en infraestructuras urbanas, lo que llamamos arreglo, los cimientos. Y esto es realmente una parte central de nuestro trabajo y del trabajo del Banco Mundial en el sector urbano”, afirmó la directora ejecutiva.
En segundo lugar, prosiguió, existe una necesidad inmediata de buscar oportunidades para aumentar la inversión urbana a pesar de los diversos obstáculos que persisten.
“Creo que trabajar con otros socios, con el Fondo de Financiación Climática de las Ciudades es una herramienta que ayudará a las ciudades en este sentido. En tercer lugar, tenemos que encontrar mejores formas de aumentar la cuantía de los flujos financieros para que los gobiernos municipales inviertan en infraestructuras locales, ofreciendo al mismo tiempo fuertes incentivos para mejorar el rendimiento institucional y la eficiencia de la aplicación. La última área es atraer la inversión privada a través de la mitigación de riesgos. Como saben, recientemente hemos actualizado nuestra plataforma de garantías para ofrecer una mayor mitigación del riesgo a las ciudades. Y creo que esencialmente estas cuatro áreas se reducen al hecho de que necesitamos mejorar la solvencia de la ciudad. Porque las ciudades necesitan utilizar sus ingresos futuros para invertir en la resolución de problemas actuales urgentes”, afirmó Rossbach.
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