Científicos descubren nuevas patologías graves en la Princesa de Altái

  31 Enero 2017    Leído: 796
Científicos descubren nuevas patologías graves en la Princesa de Altái
NOVOSIBIRSK, RUSIA (Sputnik) — Científicos detectaron otras enfermedades graves en la Princesa de Altái tras examinar en tomógrafo su momia, informó el portal "Ciencia de primera mano" de la Sucursal Siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia.
Una expedición encabezada por la arqueóloga Natalia Polosmak encontró esta momia en 1993 en un túmulo de la altiplanicie de Ukok, cerca de la frontera con Mongolia.
Se supone que la Princesa tiene más de 2.500 años, gracias a los estudios anteriores se pudo probar que sufrió enfermedades graves, incluido el cáncer, que probablemente fue la causa de su muerte.

Un nuevo examen permitió detectar otras patologías, en particular, la osteomielitis en el aparato locomotor, así como la espondilitis anquilosante provocada por una infección y los indicios del envejecimiento prematuro de las articulaciones.

"El clima riguroso de esta altiplanicie de Altái y el modo de vida de la tribu pazyryk, que se dedicaba a la cría de ganado eran los factores que determinaban un desgaste muy rápido de los organismos muy jóvenes, como el de esta mujer", señalan los científicos.

También suponen que la situación se agravaba por el hecho de que esta tribu no era aborigen de Altái, por lo que su gente tenía mala adaptación a las condiciones locales.
Antes se pudo averiguar que la Princesa tenía un poco más de 20 años cuando padeció el cáncer de la mama que la destruyó en unos cinco o siete años, además unos cinco meses antes de morir probablemente se cayó del caballo sufriendo un grave trauma craneoencefálico.

La momia permaneció casi durante 20 años en el museo del Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk (Siberia), donde la estaban investigando.

Paralelamente se reconstruía el Museo Anojin de Gorno Altaisk con el fin de crear las condiciones propicias para su conservación, a donde la transportaron en helicóptero en un sarcófago blindado en septiembre de 2012.

En la República de Altái periódicamente se intensifica un movimiento cuyos integrantes insisten en la necesidad de enterrar a la Princesa, porque están seguros de que las calamidades naturales como terremotos, inundaciones y granizo seguirán azotando a la región mientras no reciba sepultura su madre ancestral, a la que llaman Ak Kadin y también Oochi Bala.

Sputnik

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