La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard informó este lunes que un grupo de investigadores encontró evidencia de que la soledad prolongada puede aumentar considerablemente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, pero no es el único trabajo al respecto.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la soledad y el aislamiento social pueden afectar gravemente la salud física y mental de las personas, puesto que sus efectos son comparables con hábitos pocos saludables como el tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad y el sedentarismo.
En un informe presentado el año pasado por el cirujano general estadounidense Vivek Murthy, se reveló que la soledad incrementaba el riesgo de muerte prematura en un 30%. Asimismo, se mencionó que las personas con pocas conexiones sociales tenían un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiacas.
A pesar de que en anteriores investigaciones se demostró la relación entre la soledad y una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, no se había profundizado sobre el riesgo.
En un estudio, recientemente publicado en la revista eClinicalMedicine, se habló por primera vez acerca de la asociación entre la soledad y la posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular a lo largo del tiempo.
Los científicos llegaron a esta conclusión tras evaluar, durante un período de 10 a 12 años, los patrones de soledad de alrededor de 9.000 personas de 50 años o más que nunca habían sufrido un derrame cerebral. Esta información se obtuvo de los datos del estudio de salud y jubilación de la Universidad de Míchigan.
De acuerdo con los especialistas, aquellas personas que experimentaron soledad temporal no presentaron un mayor riesgo. Sin embargo, los participantes que mantuvieron una soledad crónica tenían un riesgo del 56% de sufrir un derrame cerebral.
Se registraron 1.237 accidentes cerebrovasculares en el período de seguimiento, que comprendió del 2006 al 2018, entre los participantes cuya soledad se midió al inicio del estudio. Por otro lado, se contabilizaron 601 accidentes cerebrovasculares, en el mismo período de seguimiento, entre los participantes que proporcionaron dos evaluaciones de soledad y reportaron este sentimiento en ambas ocasiones.
"Las evaluaciones repetidas de la soledad pueden ayudar a identificar a quienes se sienten crónicamente solos y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral", sostuvo la científica Yenee Soh, quien recalcó que, si no se logra tratar los "sentimientos de soledad, a escala micro y macro, podría haber profundas consecuencias para la salud". "Es importante destacar que estas intervenciones deben centrarse específicamente en la soledad, que es una percepción subjetiva y no debe confundirse con el aislamiento social", agregó.
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