La UE, el FMI y el BCE se alían para alentar la salida de la crisis en Grecia

  26 Mayo 2016    Leído: 286
La UE, el FMI y el BCE se alían para alentar la salida de la crisis en Grecia
El Eurogrupo aprobó en la madrugada del miércoles un preacuerdo para liberar fondos y evitar así la amenaza de suspensión de pagos de Grecia
“Prorrogar y fingir” ha sido el lema de la vieja troika durante la interminable crisis griega. El Eurogrupo, el FMI y el BCE dieron el miércoles varias señales que hacen pensar en una nueva patada hacia adelante, pero que a su vez pueden obligar a los profetas del apocalipsis a envainar sus trompetas por un tiempo. Europa liberó fondos por 10.300 millones: se esfuma la amenaza de quiebra. Y pactó con el FMI un alivio gradual de la impagable deuda: un balón de oxígeno político y financiero para Atenas. El BCE dio quizá la señal más importante: podría volver a aceptar los bonos griegos como aval, y más adelante incluirlos en su plan de compra de activos. Si todo cuaja, Grecia tiene una opción de empezar a ver la etapa final de su odisea.

El ministro griego de Finanzas, Eucledis Tsakalotos, conversa con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
El ministro griego de Finanzas, Eucledis Tsakalotos, conversa con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. OLIVIER HOSLET EFE
Grecia luchó contra la austeridad y la troika, y la austeridad y la troika a punto estuvieron de llevársela por delante el verano pasado. Casi un año después, Atenas ha vuelto al redil, ha aprobado la enésima ronda de recortes y con ello se ha ganado, después de una buena somanta de palos que dura ya siete años —y que incluye un paro del 25% y una destrucción del PIB del 25% a pesar de los centenares de miles de millones en supuestas ayudas que no son sino créditos subvencionados—, la primera zanahoria casi digna de ese nombre.


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El Eurogrupo aprobó en la madrugada del miércoles un preacuerdo para liberar fondos y evitar así la amenaza de suspensión de pagos de Grecia. Y acordó también una reestructuración de deuda gradual, llena de vagas promesas y condicionada al calendario electoral alemán, pero que sabe a gloria en el país mediterráneo.

El BCE se sumó a la fiesta: dio indicaciones de que en apenas unos días puede volver a aceptar la deuda griega como colateral. Se trata de un buen primer paso para acabar incluyendo en el futuro los bonos griegos en el programa multimillonario de compra de bonos de Fráncfort, que tiene las primas de riesgo —el indicador del miedo durante la crisis del euro— en mínimos.

Eso es lo que necesita Grecia, pero aún queda lejos. Como también quedan lejos las etapas fundamentales de la mil y una veces prometida reestructuración de deuda, que a corto plazo será extremadamente tímida. Pero los mercados reaccionaron al alza a esa inyección de confianza, con subidas en las Bolsas y rebajas en los intereses de los bonos en Grecia y en toda la periferia europea. Y el Gobierno del otrora radical Alexis Tsipras aplaudió el arreón europeo con un optimismo que no se le conocía desde hace tiempo: “Por primera vez, las medidas sobre la deuda están sobre la mesa, y si se recupera la confianza el regreso a los mercados estará más cerca y la economía griega se podría beneficiar de los nuevos vientos favorables”, aseguraron fuentes del Ejecutivo heleno.

Un terremoto de magnitud 5,5 sorprendió ayer a los habitantes de Creta, una de las islas griegas. A más de 3.000 kilómetros de allí se producía una sacudida de mayor calibre en Bruselas: Europa y sobre todo Alemania acababan de reconocer lo inevitable. La deuda griega —300.000 millones de euros, el 180% del PIB— es impagable. Atenas necesita una reestructuración ambiciosa si la troika quiere evitar que el tercer rescate termine como los anteriores, en un sonoro fiasco. El Fondo exigía un recorte más ambicioso en las condiciones de pago de la deuda, pero Berlín impone gradualismo: apenas ligeras ampliaciones de los plazos de devolución y recortes aún más leves de intereses a corto plazo, y medidas más espléndidas en el medio y el largo plazo, una vez pasen las elecciones alemanas.

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