"La República de Azerbaiyán es una nación orgullosa, independiente, soberana, democrática y multicultural. La democracia es nuestra elección consciente y hemos hecho enormes progresos en la defensa de los derechos humanos y el Estado de Derecho en Azerbaiyán desde que obtuvimos nuestra independencia en 1991.

El principal objetivo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) es proporcionar una plataforma para el diálogo entre parlamentarios de diferentes países, basada en el respeto mutuo y la igualdad de condiciones.

Cuando Azerbaiyán se adhirió al Consejo de Europa en 2001, lo hizo con la esperanza genuina y la expectativa de que esta organización diseñada para defender los derechos humanos y el Estado de Derecho, ayudaría a Azerbaiyán a restaurar los derechos de cientos de miles de azerbaiyanos violados como consecuencia de la agresión militar y la ocupación de una parte de sus territorios internacionalmente reconocidos por Armenia, y en consecuencia, se haría justicia en aras de alcanzar una paz duradera en la región.

Durante 19 años, de 2001 a 2020, la APCE no ha exigido responsabilidades al Estado agresor, Armenia, por sus acciones contrarias a los valores y principios fundamentales del Consejo de Europa. Se trata, en particular, del flagrante desprecio de los derechos humanos de los refugiados y desplazados internos azerbaiyanos sometidos a una limpieza étnica.

Tras la histórica victoria de Azerbaiyán sobre la agresión, la ocupación y el separatismo violento, y el restablecimiento de su integridad territorial y su soberanía, nos enfrentamos a una campaña de difamación orquestada para denigrar a Azerbaiyán y ensombrecer su logro de restablecer la justicia negada durante tanto tiempo al pueblo de Azerbaiyán. Durante casi 20 años, cuando la delegación azerbaiyana planteaba las graves consecuencias de la ocupación armenia, se nos decía que la APCE no era el formato adecuado para debatir cuestiones relacionadas con el conflicto. Pero ahora, la misma APCE y los mismos parlamentarios dicen todo lo contrario y no pierden ninguna oportunidad para atacar a Azerbaiyán. La interpretación selectiva del derecho internacional y el diferente tratamiento de las cuestiones relativas a la integridad territorial y la soberanía de los Estados, demuestran la naturaleza cínica e hipócrita de los autores de esta vergonzosa propuesta.

Lamentablemente, la APCE se está utilizando como plataforma para atacar a algunos Estados miembros. Los principios básicos de la APCE son explotados por ciertos grupos sesgados para promover sus estrechos intereses. La corrupción política, la discriminación, el odio étnico y religioso, el doble rasero, la arrogancia y el chovinismo se han convertido en prácticas predominantes en la APCE.

Consideramos que la iniciativa de cuestionar las credenciales de la delegación de Azerbaiyán en la APCE forma parte de esta viciosa campaña. También consideramos esta iniciativa como un intento deliberado e inaceptable de interferir indebidamente en el proceso electoral en curso en Azerbaiyán y un vivo ejemplo de acciones insidiosas para socavar el funcionamiento de las instituciones democráticas en nuestro país. La negativa propuesta a ratificar las credenciales de nuestra delegación será un duro golpe para la credibilidad e imparcialidad del Consejo de Europa en su conjunto, y la responsabilidad de sus graves e irreversibles consecuencias recaerá enteramente en sus iniciadores.

Nadie en el mundo, incluidos los que están sentados en esta sala, puede hablar con Azerbaiyán en el lenguaje de la amenaza y el chantaje. Nunca antes en la historia de la PACE, esta organización se comportó de manera tan vergonzosa.

Ante la actual atmósfera insoportable de racismo, azerbaiyanofobia e islamofobia en la APCE, la delegación de Azerbaiyán decide cesar su compromiso y presencia en la APCE por el momento".

Tras hacer esta declaración, la delegación abandonó la sala.

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