La declaración de la Comunidad reza: "El ministro de Asuntos Exteriores griego afirmó en Érevan que su país "lanzará una campaña ante la Unión Europea y la UNESCO para preservar los monumentos cristianos en Karabaj y identificar los daños causados a los mismos".
Consideramos estas declaraciones del ministro griego una flagrante falta de respeto de Atenas a la soberanía de Azerbaiyán y una grosera injerencia en sus asuntos internos.
Grecia no debería considerar las cuestiones desde la perspectiva del fanatismo etnorreligioso y no debería tomar medidas provocadoras contra Azerbaiyán. Debería exigir a Armenia que se abstenga de destruir y distorsionar el patrimonio cultural del pueblo azerbaiyano y permitir la visita de una misión de investigación de la UNESCO."
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