La declaración reza: "El Secretario de Estado de EE.UU. Anthony Blinken arrogantemente incluyó a Azerbaiyán en alguna lista inverosímil de los países en materia de libertad religiosa.
En primer lugar, nadie autorizó a los EE.UU. a preparar informes ficticios, listas relativas a la libertad religiosa en los países de todo el mundo, y el uso de EE.UU. de tal práctica es una manifestación del falso "excepcionalismo americano".
Al incluir en esas listas de baja estofa a países que EE.UU. considera sus enemigos y cuyas políticas le disgustan, EE.UU. intenta a su manera ajustar cuentas con ellos. Es repugnante la hipocresía de quienes hacen la vista gorda ante la destrucción y profanación por Armenia del patrimonio cultural, las mezquitas y los cementerios del pueblo azerbaiyano, actuando sobre la base de prejuicios religiosos y étnicos y de una mentalidad de cruzados.
Es imposible entender de quién y de qué se "preocupa" Estados Unidos, en un momento en que la opinión pública estadounidense está horrorizada por la Lista Epstein, los actos obscenos de quienes dan al mundo falsas "lecciones" sobre moralidad, conciencia, derechos humanos y Estado de Derecho. En lugar de inmiscuirse en los asuntos de otros países, Estados Unidos debería ocuparse de sus propios problemas internos, incluida la garantía de los derechos de los pueblos indígenas a los que ha oprimido históricamente. La "lógica" de la diplomacia estadounidense también es sorprendente.
Por un lado, Estados Unidos invita a Azerbaiyán a la plataforma de Washington, mientras que, por otro, toma repetidamente medidas hostiles contra Azerbaiyán.
La lista de EE.UU. sobre libertad religiosa no tiene ninguna validez y la rechazamos firmemente".
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