Abdulá señaló que la ayuda financiera internacional está siendo "muy útil en distintos frentes" para Afganistán y afirmó que 240 millones de dólares de esta partida económica serán destinados a paliar "situaciones de emergencia" y a atender a los refugiados que retornan al país, que según el Ejecutivo fueron más de un millón de personas el año pasado.
El coordinador de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación Humanitaria (OCHA) en el país, Mark Bowden, mantuvo, por su parte, que la llegada de estos miles de refugiados ha hecho cambiar el escenario con respecto a 2016.
"El año pasado 700.000 refugiados regresaron a Afganistán y el número de desplazados internos continuó aumentando en el país, donde un gran número de personas son vulnerables a la pobreza y a estar desplazadas a largo plazo", señaló Bowden.
El portavoz de OCHA alertó de que el número de afganos que se encuentran en situación de necesidad aumentará este año con respecto a 2016 y que incluso puede alcanzar el millón de personas durante los próximos días.
Bowden señaló que los desastres naturales también suponen una "amenaza" para Afganistán, donde el año pasado tuvieron lugar tragedias como movimientos de tierras o avalanchas de nieve que dejaron cientos de fallecidos.
"El año pasado nos centramos en la asistencia de emergencias. Atendimos a afectados por inundaciones, terremotos, sequías (...) y ayudamos a los desplazados de la provincia de Kunduz (afectada por una ofensiva talibán en 2016) y a quienes retornaron al país", detalló sobre el balance de la OCHA de 2016.ElDiario
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