"Es ridículo e inaceptable que Francia, siendo mediadora durante décadas, haya hecho la vista gorda ante la ocupación de cerca del 20% del territorio de Azerbaiyán por parte de Armenia y haya fomentado el separatismo en nuestros territorios, acuse a nuestro país de amenazar la integridad territorial y la soberanía de Armenia. Francia nunca ha liderado un esfuerzo de mediación con éxito, y su mediación para la resolución del antiguo conflicto entre Armenia y Azerbaiyán ha terminado junto con el Grupo de Minsk.

Del mismo modo, a pesar del reiterado llamamiento de Azerbaiyán a la retirada de las fuerzas armadas armenias, así como a la abolición del régimen títere armenio en consonancia con las obligaciones internacionales, incluso en el marco de cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, la parte francesa no ha hecho nada para instar a Armenia a actuar en consonancia con las normas y principios del derecho internacional.

Si Francia dirigiera a Armenia por el buen camino en lugar de hacer falsas promesas, no habría necesidad de resolver la amenaza contra Azerbaiyán por la fuerza, y la cuestión se habría resuelto pacíficamente. Fueron los esfuerzos de mediación en los que participó Francia los que no dieron resultados y la incapacidad de impedir la política agresiva de Armenia los que llevaron a Azerbaiyán a liberar sus tierras militarmente.

En este contexto, la postura de Francia demuestra que se niega a aprender de la situación actual de sus antiguas regiones coloniales. En lugar de ello, Francia intenta implacablemente compensar sus fracasos en África y otras regiones con su intervención condenada al fracaso en nuestra región. Si Francia quiere resolver de forma menos dolorosa su frágil implicación en sus antiguas colonias, Azerbaiyán puede presentar sus servicios de mediación en esta dirección.

Francia debe poner fin a su insidiosa política destinada a apoyar y armar a Armenia en nuestra región, obstaculizando la paz y la estabilidad", añadió el Ministerio.

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