La tensión político-militar en la región del Cáucaso va en aumento y los enfrentamientos entre pequeños grupos de población están a punto de convertirse en un conflicto militar regional. Los procesos destructivos que tuvieron lugar en Daguestán y el Cáucaso Norte, especialmente en Chechenia, a finales del siglo XX y principios del XXI fueron rápidamente olvidados. En ese momento, con la estrecha ayuda de Azerbaiyán, se creó estabilidad en esta región de Rusia y no se violó la integridad territorial.
Hoy en día, lo que está sucediendo en Daguestán, Chechenia e Ingushetia es una repetición de ese período. Además, también se notan algunos elementos nuevos y peligrosos.El comportamiento de Kadyrov puede considerarse muy positivo desde la perspectiva de su propio pueblo y del Cáucaso en general, pero no se puede expresar una opinión similar en el contexto de toda Rusia. No sólo en el Cáucaso Norte, sino también en muchos asuntos de Rusia en general, Putin parece estar controlado por R. Kadyrov. El Cáucaso se distingue no sólo por la complejidad del territorio y la composición étnica, sino también por la variedad de personajes.
El conflicto de Karabaj existe desde que la Rusia zarista trajo a los armenios de Irán a Karabaj, de Irán y el Imperio Otomano al territorio de la Armenia moderna. Fue el conflicto de Karabaj, que los armenios convirtieron en un constante dolor de cabeza para la URSS, el que finalmente destruyó a la URSS. Actualmente, el objetivo principal de los juegos que se celebran en torno a este "problema" es destruir a Rusia. No se trata de que el número de armenios sea grande o fuerte, sino del control de la élite de Moscú por parte de los armenios. Konstantin Zatulin mantiene a una o quizás dos familias en el extranjero a expensas de los armenios. Por esta razón, incluso hizo una declaración antirrusa sobre Ucrania.
Durante la construcción del edificio de la embajada de Estados Unidos en Armenia, K. Zatulin lo visitó junto con el entonces presidente R. Kocharián. Porque aunque sea de nacionalidad rusa, debe servir a los armenios. El plan de Occidente para destruir Rusia a través de los armenios se basa en esos factores. La actitud antirrusa actual del Primer Ministro armenio Nikol Pashinián tiene poco que ver con la derrota en Karabaj. El primer paso del primer ministro armenio, que llegó al poder después de la revolución, fue contra la OTSC. Han circulado especulaciones sobre la retirada de la base 102 de Rusia. En aquel momento no había ninguna cuestión de Karabaj. Un año y medio después, mientras bailaba en Shusha, Pashinián dijo: "Karabaj es Armenia". Pashinián tiene una obligación con Estados Unidos y ahora está ocupado cumpliéndola. Los ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos son prueba de ello. Hace una semana se realizaron ejercicios militares de la OTAN en Georgia, pero Armenia no participó. Ahora, de repente, sin ningún anuncio, se encuentra entrenando con Estados Unidos en su propio territorio.
Es obvio que Pashinián dio este paso bajo presión. En este sentido, la cuestión de Karabaj no debería ser objeto de las obligaciones de Pashinián. Los armenios de Karabaj deberían deshacerse del estatus de arena política de Armenia. Moscú puede hacerlo si quiere.
El conflicto de Karabaj no es el único en el sur del Cáucaso; las medidas adoptadas por Rusia pueden convertir la situación en Abjasia en cualquier momento en una fase acalorada. Por tanto, se puede decir que tanto el sur como el norte del Cáucaso están listos para arder en cualquier momento. Al final, Rusia puede enfrentarse a una guerra mucho mayor en el Cáucaso que la que imagina en Ucrania. Es muy difícil afirmar que esta guerra terminará dentro de la integridad territorial de Rusia. Por supuesto, el apoyo de Azerbaiyán estará con Rusia en esta probable guerra. La única condición es que Rusia se comporte sinceramente con todos, especialmente con Azerbaiyán, en cuestiones de estabilidad, integridad territorial y soberanía estatal.
El primer paso de Rusia para reducir las zonas propensas al conflicto debería comenzar con expulsar a los armenios que trajo a Karabaj hace 200 años. Incluso si fuera necesario devolverlos a Irán, Moscú debe sacar a los armenios de las tierras de Azerbaiyán.
Mubariz Ahmadoglu
Jefe del Centro de Innovación Política y Tecnología AzVision.az
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