La concentración, que tuvo lugar en el centro de la ciudad, en la calle Zhelezna 24, donde se encuentran las oficinas de la ONU, UNICEF, la Organización Mundial de la Salud y otras estructuras internacionales, fue organizada por el activista de la comunidad azerbaiyana, Farid Amiraliyev.

Durante la campaña se exhibieron carteles con las inscripciones "¡Armenia, detén los ataques!", "¡Armenia, firma un tratado de paz!", "¡Armenia, deja de minar nuestras tierras!", "Armenia elige la guerra, no la paz", "Las minas armenias matan a civiles", "¡Minas armenias = crímenes de guerra!", "¡No debe haber soldados armenios en tierras azerbaiyanas!" y otros carteles.

Además, se entregaron folletos en los que se describían las atrocidades militares y medioambientales cometidas por Armenia contra Azerbaiyán a los ciudadanos de la capital que manifestaron su interés por la reunión en la que se interpretó el mugham azerbaiyano.

Además, un residente de ascendencia armenia pidió a la policía checa que detuviera la concentración porque no podía aceptar que en ella ondeara la bandera de Azerbaiyán, sonara música azerbaiyana, se exhibieran carteles y se distribuyeran folletos en los que se describían los delitos medioambientales y militares de Armenia. Sin embargo, el policía declinó su petición y adujo como justificación que el acto se celebraba de conformidad con la legislación local.

Los folletos contienen información según la cual la explotación minera de tierras azerbaiyanas por parte de Armenia pone en peligro la vida de las personas, el número de víctimas de las minas en Azerbaiyán ascendió a 303 personas en el periodo posterior a la Segunda Guerra de Karabaj, que la negativa de Ereván a proporcionar mapas de minas viola los derechos humanos, así como que los armenios destruyeron más de 60.000 hectáreas de bosques en la región azerbaiyana de Karabaj y otros hechos.

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