La campaña antiazerbaiyana, que la parte armenia sigue llevando a cabo hasta el día de hoy, evitando responsabilizarse de las promesas y compromisos asumidos en diversos foros internacionales, y su retórica, que anula las negociaciones del tratado de paz y los esfuerzos de los mediadores internacionales, demuestra una vez más que Armenia no está interesada en la paz y la estabilidad en la región.
Así lo afirma el comentario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán sobre las declaraciones de Mirzoián durante la entrevista, informa AZERTAC.
De particular importancia es la evaluación adecuada por parte de la comunidad internacional de la retórica agresiva del Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, quien, en lugar de apoyar los esfuerzos de Azerbaiyán para reintegrar a los residentes armenios, presentó su provocativa e ilógica lista de deseos en esta dirección, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Al mismo tiempo, subrayó el ministerio, el ministro armenio de Asuntos Exteriores, que no ha aprendido las lecciones de los errores históricos, distorsiona las verdaderas causas y la esencia del ex conflicto armenio-azerbaiyano, afirmando que su causa fue la cuestión de "los derechos y la seguridad de la población de Nagorno Karabaj", cuando en realidad el conflicto comenzó con la opresión de los azerbaiyanos en Armenia, sus asesinatos, la ocupación de territorios azerbaiyanos, las masacres, y repite nociones tan absurdas como "la población y el territorio de Nagorno-Karabaj", que es fuente de graves amenazas y peligros.
"La negación por parte del ministro de Asuntos Exteriores, A. Mirzoián, del hecho de la expulsión forzosa de los azerbaiyanos de sus tierras en el territorio de la actual Armenia, la afirmación de la no aplicación de un enfoque paralelo entre los derechos de la comunidad de Azerbaiyán occidental y los derechos de los habitantes armenios que residen en la región de Karabaj, y la negativa a negociar sobre este tema atestiguan la violación por parte de Armenia de las obligaciones y responsabilidades internacionales pertinentes en virtud de las convenciones, así como su intención de justificar su política de limpieza étnica, que dura ya décadas", se desprende del comentario.
Se señala además que la aniquilación física de los azerbaiyanos pacíficos que viven en el territorio de Armenia, la comisión de masacres contra ellos, el traslado forzoso de la población mediante la intimidación es un hecho histórico. Contrariamente a las declaraciones provocadoras de la parte armenia, basta con que el ministro de Asuntos Exteriores Ararat Mirzoián se familiarice con los cambios en la proporción de la población azerbaiyana y armenia en la región para tener una comprensión cabal de la escala de violencia contra la población azerbaiyana en el territorio de la actual Armenia y su deportación. Es bien sabido que no queda ni rastro de los azerbaiyanos, que antaño constituían una mayoría porcentual en el territorio de la actual Armenia, lo que formaba parte de una política organizada y decidida.
La negación por parte de los dirigentes armenios del derecho de los azerbaiyanos a regresar a su tierra natal en condiciones de seguridad y dignidad, la negativa a responder al llamamiento al diálogo en este sentido de la Comunidad de Azerbaiyán Occidental, que incluye a cientos de miles de azerbaiyanos, y la presentación de la demanda de estos derechos como "reivindicaciones territoriales" son indicativos de la política insidiosa y totalmente irrespetuosa con los derechos humanos de Armenia de preservar el "título" de un Estado monoétnico basado en la limpieza étnica.
"El ministro de Asuntos Exteriores armenio debe darse cuenta de que los derechos de los habitantes armenios de la región de Karabaj nunca pueden ser superiores a los derechos de la población azerbaiyana de la región, y Azerbaiyán sólo aplica y aplicará un enfoque equitativo a los distintos pueblos étnicos que viven en su territorio.
La expulsión de los azerbaiyanos de Armenia es un hecho histórico, como lo es el hecho de que la parte armenia, tanto durante la era soviética como desde la década de 1990, ha cambiado a propósito miles de topónimos azerbaiyanos en el territorio de Armenia, ha distorsionado el rastro azerbaiyano, ha destruido monumentos históricos, intentando así apropiarse de las tierras históricas de Azerbaiyán, y el hecho de que Armenia presente ahora el uso por parte de Azerbaiyán de la expresión "Comunidad de Azerbaiyán Occidental" como una violación del derecho internacional es una hipocresía.
El hecho de que Armenia, que sigue sin cumplir ningún acuerdo ni compromiso, haya acusado a Azerbaiyán de negar acuerdos falsos es una maniobra destinada a encubrir las posibles provocaciones de la propia Armenia. Estas acciones destructivas de Armenia deben ser condenadas por la comunidad internacional e impedidas", subraya la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores.
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