"Todo el mundo sabe que después de la Guerra Patria se demostraron las actividades ilegales llevadas a cabo por Armenia en la carretera de Lachin y Azerbaiyán pidió el cese de estas actividades. Como resultado de su desatención, la parte azerbaiyana, en el marco de las normas y principios del derecho internacional, así como de la legislación azerbaiyana, estableció el paso fronterizo de Lachin y durante los últimos meses ha garantizado el paso transparente y regulado de la carga y de los residentes armenios de Karabaj.
En este sentido, es completamente erróneo calificar la existencia del puesto fronterizo como un obstáculo. Se sabe incluso que la Corte Internacional de Justicia, en su decisión del 6 de julio, rechazó unánimemente la petición de la parte armenia de eliminar el puesto fronterizo de Lachin, lo que confirma lo infundado de esta pretensión. El ataque contra el puesto fronterizo de Lachin por la parte armenia el 15 de junio, la herida de un guardia fronterizo azerbaiyano y los intentos de contrabando mostraron la intención de Armenia de continuar su agresión y sus actividades ilegales contra los territorios azerbaiyanos, como ha hecho durante los últimos 30 años, confirmando así una vez más la necesidad del puesto fronterizo de Lachin.
El hecho de que Armenia ignore la opinión del presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, de que la carretera Aghdam-Khankandi propuesta por Azerbaiyán es importante para el transporte de mercancías demuestra que las alegaciones de una "tensa situación humanitaria" en la región carecen de fundamento y que Armenia pretende continuar sus actividades ilegales en el territorio de Azerbaiyán.
La afirmación de la parte armenia de que Azerbaiyán está tomando medidas para llevar a cabo una "limpieza étnica" en la región es extremadamente errónea y peligrosa. A diferencia de Armenia, que llevó a cabo asesinatos en masa y deportaciones de azerbaiyanos, Azerbaiyán nunca ha llevado a cabo una política de limpieza étnica contra los residentes armenios. El hecho de que el primer ministro de Armenia, que reconoce Karabaj como territorio azerbaiyano, en lugar de fomentar la reintegración de los habitantes armenios de Karabaj en la sociedad azerbaiyana, imponga condiciones a la forma de diálogo se considera un paso contra la soberanía y la integridad territorial de Azerbaiyán, lo cual es inaceptable.
Independientemente del marco en el que Azerbaiyán y Armenia delimiten las fronteras, está claro para todos que Armenia, al no cumplir sus obligaciones de retirar totalmente las fuerzas armadas armenias del territorio de Azerbaiyán, al seguir apoyando financieramente el territorio y al expresar reivindicaciones territoriales en diversas cartas, declaraciones y discursos, está intentando hacer fracasar el proceso, y está claro para todos que la manipulación en este sentido no está justificada.
La parte azerbaiyana, como iniciadora del proceso de paz con Armenia en las direcciones mencionadas, está interesada en establecer la paz, la estabilidad y la seguridad en la región y es parte activa en el proceso de negociación. Si la parte armenia está interesada en la paz, debería renunciar a los esfuerzos que obstaculizan el proceso de paz.

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