Así lo manifestó Matthew Bryza, experto internacional, miembro del consejo de la Fundación Jamestown y ex embajador de Estados Unidos en Azerbaiyán, al comentar varios incidentes consecutivos relacionados con minas en Karabaj. En el último de estos incidentes, ocurrido el 28 de abril en Tartar, murieron tres empleados de RPS Energy Ltd, Yusifov Nadir, Gozalov Sakhavat y Sadiyev Farid.
Calificando de tragedia la muerte de tres personas como consecuencia de la explosión de una mina en Karabaj, el diplomático expresó sus condolencias al respecto.
"No puedo afirmar con certeza si Armenia tiene mapas de las minas sembradas en Karabaj, porque muy a menudo, durante operaciones militares como la que vimos en otoño de 2020, las tropas siembran minas en lugares indefinidos. Pero si existen tales mapas, Armenia tiene la obligación, en virtud del derecho internacional, de entregarlos a Azerbaiyán. Otra cuestión es que estos mapas pueden no ser del todo exactos. Lo más importante es que Armenia se esfuerce al máximo por encontrar y desactivar las minas. Pero Armenia no está cumpliendo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional, y esto es terrible. Ésta es sólo una de las razones por las que Armenia y Azerbaiyán deben concluir un tratado de paz lo antes posible y resolver así definitivamente la cuestión de Karabaj. En el camino hacia este tratado, una de las medidas para fomentar la confianza puede ser la cooperación en el ámbito del desminado", afirmó el experto internacional.
Según M. Bryza, el principal problema para la conclusión de un tratado de paz es la negativa de la oposición armenia y la diáspora: "Son los mismos que se opusieron a mí cuando fui nombrado embajador de Estados Unidos en Azerbaiyán. En particular, el Congreso Nacional Armenio de América, que odia a los turcos, a los azerbaiyanos y a mí, comete todo tipo de provocaciones y gana dinero con este odio. Ellos son los que condujeron los acontecimientos hasta el comienzo de la Segunda Guerra de Karabaj. En la actualidad comprenden que el establecimiento de la paz cortará sus grandes fuentes de ingresos.
El experto cree que si el primer ministro Nikol Pashinián consigue acabar con la resistencia de estas fuerzas, Armenia tendrá mucho que ganar. "Esto garantizará no sólo la paz para los armenios, sino también el crecimiento económico, el empleo, la riqueza, la seguridad y una vida próspera. Pienso que Estados Unidos tiene la importante responsabilidad de facilitarlo. Me alegro de que el secretario de Estado Blinken se ocupe seriamente de esta cuestión (el día anterior Anthony Blinken mantuvo una conversación telefónica con los líderes azerbaiyano y armenio - ed.). Además, considero que es posible avanzar con la mediación de Washington. Moscú ya no puede desempeñar ese papel porque está ocupado destruyendo Ucrania, y Francia ha elegido el bando de Armenia. Espero que Washington siga activo durante este año y demuestre verdadero interés por un acuerdo de paz", concluyó el diplomático.
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