Un estudio realizado durante 8 años sobre las salamandras gigantes americanas ('Cryptobranchus alleghaniensis') que viven en los ríos fríos y rocosos del suroeste de Virginia (EE.UU.) indica que los machos de la especie consumen cada vez más a sus propias crías en áreas cercanas a bosques talados.
Estos enormes anfibios de aspecto aterrador que llegan a medir unos 70 cm incluida la cola, con patas parecidas a las de un cocodrilo y la piel llena de pliegues, frecuentemente, son denominados 'dragones de agua dulce'.
Considerados además como muy venenosos, suelen alimentarse de cangrejos o insectos acuáticos o cuando salen a la superficie, de lombrices.
Ahora resulta que este animal es un caníbal que se come a sus crías, según una nueva investigación sobre sus hábitos parentales llevado a cabo por el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, conocido como Virginia Tech.
El infanticidio se está generalizando tanto que las salamandras más grandes de América del Norte podrían "estar a punto de comerse a las futuras generaciones hasta la extinción", indica The New York Times.
Por lo general, las salamandras macho son padres cariñosos que se quedan con los huevos para defenderlos de posibles depredadores. Los investigadores descubrieron que en zonas con bosques frondosos se comían al total de sus crías cerca del 14 % de las veces.
Sin embargo, en áreas más deforestadas, esta tendencia se triplicaba, según Bill Hopkins, ecologista de Virginia Tech que lideró la investigación.
El científico sospecha que los cambios en la química del agua debido a la deforestación podrían estar agotando los alimentos de las salamandras y, por lo tanto, causando este cambio en su comportamiento.
"Si tienes tasas de canibalismo tan altas, eso de por sí es suficiente para explicar muchas de las disminuciones de población que hemos visto en toda la gama de especies", sostuvo Hopkins.
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