El llamamiento señala que el descubrimiento de restos de aspecto humano durante las excavaciones en la zona de Ergi-Duzu revela una vez más los crímenes de guerra cometidos por Armenia durante el periodo de ocupación.
"Los estudios realizados en las fosas comunes descubiertas anteriormente en los territorios liberados revelaron numerosos hechos de que los restos encontrados pertenecen a azerbaiyanos que fueron tomados cautivos y mantenidos como rehenes durante la primera guerra de Karabaj, sometidos a diversas torturas y brutalmente asesinados por las fuerzas armadas armenias", reza el llamamiento.
El documento afirma que, a pesar de los numerosos llamamientos, Armenia no aclara la suerte de unos 4.000 azerbaiyanos desaparecidos, no facilita información sobre la ubicación de las fosas comunes y no proporciona mapas precisos de los campos de minas, en flagrante violación de las normas y principios del derecho internacional.
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