AZERTAC informa que como resultado del genocidio, la ocupación y el terrorismo cometidos por Armenia por motivos de odio étnico hacia Azerbaiyán, la naturaleza, la biodiversidad, la flora y la fauna, los recursos hídricos han sido dañados durante 30 años, los territorios bajo ocupación fueron sometidos a un crimen ecológico, el ecosistema de la región fue dañado:

"Me gustaría señalar que el terror ecológico de Armenia contra Azerbaiyán continúa hoy en día. Así, la explotación ilegal de minerales en los territorios de la República de Azerbaiyán donde están desplegadas temporalmente las fuerzas de paz rusas, especialmente en el yacimiento de oro de Gizilbulag y el yacimiento de cobre y molibdeno de Demirli, conlleva graves consecuencias medioambientales.

Lamentamos subrayar que una delegación formada por especialistas de los organismos gubernamentales pertinentes de Azerbaiyán, el Ministerio de Economía, el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales, el Servicio de Propiedad Estatal ante el Ministerio de Economía y AzerGold CJSC intentó llevar a cabo una supervisión inicial de las consecuencias medioambientales y de otro tipo, pero debido a la inacción de las fuerzas de paz la supervisión fracasó y la delegación se enfrentó a provocaciones desde dos direcciones.

En protesta por todo ello, miembros de la sociedad civil azerbaiyana, representantes de ONG activas en el campo de la ecología, activistas sociales, haciendo uso de sus derechos consagrados en los documentos internacionales vigentes en materia de derechos humanos, incluida la legislación nacional, expresaron un descontento justificado.

En este sentido, condenamos categóricamente los intentos de obstaculizar la acción pacífica de los activistas y miembros de la sociedad civil por parte del contingente ruso de mantenimiento de la paz. Les instamos a actuar de acuerdo con el mandato y los términos de la declaración trilateral firmada el 10 de noviembre de 2020 por los líderes de Azerbaiyán, Armenia y Rusia", dice la declaración.

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