“Estamos consternados por la pérdida de vidas en el transcurso de este conflicto de décadas y expresamos nuestro más sentido pésame a las familias de los muertos y heridos. Muchas familias han sufrido y han perdido a seres queridos en el transcurso de este conflicto, e incluso mientras nosotros, a través de nuestro compromiso, tratamos de mirar hacia un futuro diferente, estas familias merecen responsabilidad y cierre por las pérdidas que han sufrido”, señaló.

“Los perpetradores deben rendir cuentas; para llegar a la paz, sanar, es necesario rendir cuentas. Y seguimos apoyando los esfuerzos internacionales para promover la verdad y la reconciliación, y creemos que estos procesos pueden funcionar junto con el proceso de paz en curso entre Azerbaiyán y Armenia, que también se han comprometido a sí mismos”.

Durante la Primera Guerra de Karabaj, las formaciones armadas armenias y las Fuerzas Armadas de Armenia violaron gravemente las normas y los principios del derecho internacional humanitario, incluidos los requisitos del artículo 17 del Convenio de Ginebra para mejorar la suerte de los heridos y los enfermos en situaciones de guerra en el campo.

Desde febrero de 2021 hasta abril de 2022, durante la exhumación realizada en fosas comunes identificadas en el distrito de Shusha, la aldea de Dashalti, el distrito de Khojavand, la aldea de Edilli, las aldeas de Farrukh y Dashbashi del distrito de Joyalí, así como en Aghdam y Shusha, Goygol, Tartar, Fuzuli, Kalbajar y Zangilan, que fueron liberados de la ocupación, se encontraron los restos de presuntamente 82 personas durante los trabajos de construcción.

Del 14 al 30 de septiembre, se descubrió otra fosa común en el territorio de la aldea de Edilli del distrito de Khojavand, en la que se encontraron los restos de 18 personas.

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