Actualmente, la región central de Rusia vive fríos anómalos. La noche del 6 al 7 de enero en Moscú las temperaturas alcanzaron los 33,4 grados bajo cero batiendo el récord de los últimos 120 años para esta jornada. El Servicio Meteorológico ruso emitió el sábado pasado una alerta naranja para Moscú y las afueras por el intenso frío. El domingo en la región el mercurio descendió a los —27 grados centígrados. Vea también: Un día sin `cole` en Yakutia: el reto de estudiar a 50 grados bajo cero (fotos) Según los meteorólogos, la ola de frío concluirá el martes cuando las temperaturas subirán hasta siete grados centígrados bajo cero.
Sputnik
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