Funcionarios consultados por este periódico afirman que la Representación Permanente de Turquía ante la Alianza Atlántica quedó literalmente decapitada por las purgas. De los 53 oficiales turcos que trabajaban en la sede de la OTAN en Bruselas, 42 fueron despedidos. También perdieron su empleo un 80% de los oficiales turcos en el Cuartel General Supremo de las Fuerzas Aliadas en Europa, en Casteau. En total, casi 450 de un total de 600 plazas turcas en diferentes estructuras de la OTAN, incluyendo la base de Ramstein en Alemania, Norfolk en Estados Unidos y Nápoles en Italia, quedaron vacantes tras el fallido golpe de Estado. Una fuente de la OTAN dijo que varios de los detenidos han sido torturados en prisión. "Hubo detenciones arbitrarias y sanciones sin prueba. Algunos fueron torturados en la cárcel. Tenemos evidencias", afirmó.
Tras la intentona golpista del pasado 15 de julio, que se saldó con más de 240 muertos y unos 2.200 heridos, en Turquía fueron detenidos o suspendidos decenas de miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes. El Ministerio de Justicia turco estimaba en torno a 36.000 en noviembre el número de los detenidos. Las autoridades turcas acusaron al teólogo musulmán Fethullah Gulen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento y exigieron su extradición. Gulen rechazó de plano esa acusación y propuso establecer una comisión internacional para investigar el fallido golpe de Estado.
Sputnik
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