En mayo de 2015, Washington y varios Estados del golfo anunciaron que planeaban construir un sistema de defensa común dirigido a contrarrestar la presunta "amenaza iraní". Los estadounidenses están interesados en controlar toda la región y, en primer lugar, al Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, subraya el autor. A su vez, la venta de radares de detección temprana a Catar forma parte de este plan ideado por EEUU, sigue el periodista. Con este equipamiento, Catar puede responder a ataques aéreos realizados a una distancia de hasta 5.000 kilómetros.
Dado que Moscú se encuentra a unos 3.550 kilómetros de Catar e Irán a tan solo 821 kilómetros, estos radares pueden estar dirigidos contra la alianza de Rusia, China e Irán, sostiene Mayer. Principalmente, son los países suníes del golfo Pérsico los que tratarán de formar un frente de resistencia contra Irán para que Europa pueda atacar a Rusia, mientras que los Estados de la región de Asia Oriental harán lo mismo con China y todo esto podría realizarse bajo la supervisión de EEUU, resume el autor del artículo.
Reuters
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