El fundador de Wikileaks volvió a negar que Rusia le hubiera entregado los documentos con los correos electrónicos obtenidos por medio del hackeo de los servidores del Comité Nacional del Partido Demócrata de EEUU.
"Nuestra fuente no es un Estado parte", subrayó Assange al asegurar que Wikileaks no cooperó con el Gobierno de Rusia, desmintiendo así las acusaciones del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional que responsabilizaron al Gobierno ruso de estar implicado en los ciberataques contra instituciones estadounidenses en octubre pasado. El 29 de diciembre la administración de Obama impuso sanciones contra cinco entidades y cuatro individuos rusos, entre ellos el Servicio Federal de Seguridad (FSB) y la Dirección Central de Inteligencia (GRU), así como altos cargos del GRU.
Además, el Departamento de Estado norteamericano declaró personas no gratas a 35 diplomáticos rusos a quienes dio 72 horas para abandonar el país con sus familiares, y cerró dos residencias pertenecientes a la representación rusa en Nueva York y la embajada en Washington, propiedad diplomática de Rusia. Washington atribuyó estas medidas al presunto "acoso agresivo" del Gobierno ruso contra funcionarios estadounidenses y la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones estadounidenses de 2016.
Hasta el momento las autoridades estadounidenses no presentaron ninguna prueba de estas acusaciones. El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el 30 de diciembre que no tomará represalias simétricas contra diplomáticos estadounidenses, al tiempo que subrayó que Rusia tiene todos los motivos para dar una respuesta adecuada. El mandatario ruso calificó los pasos hostiles de la administración saliente de EEUU como "una provocación que persigue socavar todavía más las relaciones ruso-estadounidenses".
Sputnik
Etiquetas: