"¡Y ahora la ONU!", agregó Trump, refiriéndose a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en contra de la construcción de los asentamientos israelíes en Cisjordania. En aquella ocasión, por primera vez, EEUU no vetó una resolución de la ONU que afectaba a Israel. El presidente electo de EEUU subrayó que su política exterior hacia Oriente Próximo será muy distinta a la de Obama.
Por ejemplo, designó como futuro embajador de EEUU en Israel al hijo de un rabino ortodoxo, el abogado David Friedman, quien anteriormente había expresado su apoyo a los asentamientos israelíes en territorios ocupados. El 23 de diciembre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó, gracias a que EEUU no usó su derecho a veto, una resolución que exigía a Israel poner fin a los asentamientos. La medida fue aprobada con 14 votos a favor y la valiosa abstención estadounidense.
Posteriormente, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, declaró que la decisión de la ONU sobre los asentamientos israelís en Cisjordania coincide con los valores de EEUU. Agregó también que la resolución del Consejo de Seguridad busca preservar la posibilidad de la llamada "solución de los dos Estados" defendida por la Administración Obama. En lo que respecta a los asentamientos israelís, manifestó que Israel y Palestina deben establecer a su población según las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días de 1967. Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseveró que al abstenerse en el Consejo de Seguridad de la ONU, Washington "votó en contra de su propia política exterior" y calificó el discurso de Kerry como "una gran decepción". Más: Obama se marcha enemistando a Ucrania e Israel Por último, el mandatario hebreo agregó que Tel Aviv "desea trabajar pronto" con la Administración Trump para "mitigar los daños provocados por la resolución".
Sputnik
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