¿Qué hace el país más grande del mundo en Siria que no da tregua a sus oponentes?

Para contestar a esta pregunta sería lógico y correcto empezar por la horrible tragedia del avión Tu-154, con destino a Latakia, que se estrelló en el mar Negro y no dejó indiferente a nadie. La aeronave transportaba, entre otros, a los miembros del Ensamble Aleksándrov —también conocido como el Coro del Ejército Rojo- que iban a participar en las actividades navideñas programadas en la base aérea rusa de Latakia y a la activista y médica Elizaveta Glinka, conocida en Rusia como doctora Liza, que llevaba medicamentos para hospitales sirios.

En otras palabras, se dirigían allí con la misión humanitaria de alentar a los militares y para hacer una buena obra. El bien que portaban consigo, en mi opinión, es simbólico, y puede ser trasladado a todas las acciones de Rusia en Siria, cuyo principal objetivo es liberar al mundo de un mal desastroso y destructivo: el terrorismo. Y Rusia ya ha hecho mucho en este camino.

Hay que mencionar los éxitos de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, que han realizado durante su campaña militar en Siria 17.800 vuelos, atacando 71.000 objetivos de la infraestructura de los terroristas, tal y como informó el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, durante una reunión de altos mandos militares con el presidente ruso, Vladímir Putin, el 22 de diciembre. Durante estas misiones fueron destruidos 725 campamentos de entrenamiento, 405 fábricas y talleres de producción de municiones, 1.500 unidades de equipamiento militar de los terroristas y 35.000 combatientes, incluyendo a 204 comandantes. 3.

Según los últimos datos, a mediados de diciembre, más de 78.000 civiles abandonaron la ciudad siria de Alepo con el apoyo del Centro Ruso para la Reconciliación en Siria. Desde el inicio de la operación de Rusia, un total de 1.324 radicales depusieron las armas, 1.270 de ellos fueron amnistiados. En los barrios liberados fueron desactivados 1.300 artefactos explosivos y se desminó un territorio de más de 24 hectáreas, incluidos 162 edificios de viviendas y 11 kilómetros de carreteras. © SPUTNIK/ IGOR KOVALENKO ¡Aprende, EEUU! Lecciones sabias de Rusia 4. Rusia ayudó a Siria a liberar Alepo. La operación militar del Ejército sirio para la liberación de la ciudad de los grupos armados y terroristas se dio por concluida el pasado 16 de diciembre. El presidente de Siria, Bashar Asad, por su parte, destacó que la recuperación del control total de la ciudad fue también una victoria de sus aliados rusos. 5. Rusia es prácticamente el único país que envía ayuda humanitaria a los habitantes de Alepo. El 4 de diciembre, el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria entregó más de 150 toneladas de ayuda humanitaria a los habitantes del este de la ciudad. Y estos son solo algunos de los logros más significativos de Rusia contra el terrorismo en Siria, unos esfuerzos implacables que hacen incomprensible por qué estos objetivos nobles acaban siendo sometidos a semejante aluvión de críticas y mentiras.

En este punto hay que citar la directa pregunta del presidente de Rusia, Vladímir Putin, planteada durante su discurso ante la ONU en septiembre de 2015: "¿Se dan cuenta de lo que han hecho?". Así fue cómo el líder ruso se dirigió a los que, desde el exterior, generaron los conflictos que sufre hoy Oriente Próximo. Pero parece que la respuesta es `no`. Parece que solo Rusia entiende que el terrorismo está creciendo de manera constante y lucha fieramente contra ello. "Rusia está luchando contra el terrorismo, no solo en nombre de toda la región, sino también del mundo entero", destacó Asad en una entrevista el pasado octubre.

Y lo más sorprendente es que nadie quiere cooperar con Moscú, a pesar de que Rusia ha reiterado en repetidas ocasiones que está dispuesta a colaborar en la erradicación de esta lacra global. Sin embargo, actualmente vivimos una época de cambios, y con la llegada al poder de EEUU de Donald Trump, que quiere dialogar con Rusia, espero que la situación cambie muy pronto.
Sputnik

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