Periódico. El País. La decisión afecta a coches producidos por Audi, Porsche, Mercedes, Volkswagen y Opel, pero también hay turismos Renault afectados

Los fabricantes de vehículos Audi, Porsche, Volkswagen (todas ellas del grupo VW), Mercedes (Damiler) y Opel (General Motors) deberán revisar un total de 630.000 en virtud a los resultados de un estudio encargado por el Ministerio de Transportes alemán tras el escándalo de la manipulación de las emisiones en Volkswagen. Se desconoce, por el momento, los modelos de coches que estarán sujetos a esta revisión.

La agencia France Presse y varios medios locales han avanzado esta cifra citando fuentes del Gobierno alemán y anticipándose a una rueda de prensa del ministro de Transportes, Alexander Dobrindt, prevista para las tres de la tarde.

Tras destaparse el caso Volkswagen el año pasado, el Ministerio de Transportes encargó a la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA) estudiar los niveles de emisiones de gases contaminantes de más de 50 modelos de una veintena de fabricantes tanto alemanes como extranjeros. Según la información de la agencia francesa de noticias no solo se ven salpicados los fabricantes germanos: también han encontrado irregularidades en turismos Renault. Sin embargo, al tratarse de una empresa francesa, las autoridades alemanas no pueden llamarlos a revisión.

Según el diario Süddeutsche Zeitung, el Ejecutivo germano ha detectado que en varios modelos "a ciertas temperaturas se desconecta progresivamente la limpieza de las emisiones", algo permitido según la correspondiente directiva europea, pero sólo para evitar daños en el motor o un accidente. En los modelos que hay que revisar, según estas mismas fuentes, es difícil precisar por qué entra en funcionamiento esta desconexión, algo que afecta a los niveles de emisiones de gases contaminantes. En consecuencia, Berlín exige a las empresas de los vehículos afectados que limiten al máximo el tramo de temperaturas en el que se desactiva la limpieza de emisiones.

Todos los medios que avanzan esta información coinciden en destacar que el análisis encargado por el Gobierno alemán no ha detectado sistemas de manipulación de las emisiones similares al que empleó Volkswagen, el mayor fabricante de vehículos de Europa.

Tras destaparse el escándalo, a finales del verano pasado, el Ministerio de Transportes encargó a la Oficina Federal de Vehículos a Motor estudiar los niveles de emisiones de gases contaminantes de más de 50 modelos de una veintena de fabricantes tanto alemanes como extranjeros. En noviembre, tras analizar unos dos tercios de todos los modelos, este organismo ya avanzó que había detectado valores de emisiones de gases por encima de lo permitido en varios fabricantes. Entonces abrió una fase de consultas con los constructores afectados e indicó que posteriormente podrían buscarse "consecuencias legales".

En septiembre del año pasado, Volkswagen —tras una denuncia de las autoridades medioambientales de EEUU— reconoció haber incluido un software ilegal en unos 9,5 millones de vehículos para que, cuando fuesen llevados a un banco de pruebas, emitiesen gases como el NOx cumpliendo con la legalidad, cuando en condiciones normales contaminaban más.

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