México y Azerbaiyán: una relación con amplio potencial para crecer - Opinión 

  15 Diciembre 2021    Leído: 1133
  México y Azerbaiyán:  una relación con amplio potencial para crecer - Opinión 

Especialmente para Azvision.az, por Gabriel Moyssen

A casi 30 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la República de Azerbaiyán, me gustaría destacar, como se ha resaltado en múltiples foros en ambos países, el enorme potencial que existe para el crecimiento del intercambio bilateral en sectores como los de desarrollo social, de competitividad económica y de energía.

Dicho lo anterior, también es importante puntualizar que en un contexto más amplio, que se extiende de México al resto de América Latina y el Caribe, todavía es generalizado el desconocimiento de la cambiante realidad que viven Azerbaiyán y las demás naciones del Cáucaso Sur que integraron la Unión Soviética, cuyo legado e historia representan el marco conceptual con el que frecuentemente se mira a la región, a excepción de medios políticos, económicos, académicos y periodísticos especializados.

Para confirmar esta hipótesis, efectúe una breve revisión de los principales resultados que arrojan las frases “relaciones entre México y Azerbaiyán/el Cáucaso Sur” en los motores de búsqueda en español de Internet, encontrando información que, de la misma forma, confirma el extenso espacio al que me refiero para la profundización del intercambio entre nuestros países a escala bilateral y regional.

Empiezo, así, con un artículo del Centro de Barcelona para Asuntos Internacionales (CIDOB) -el material publicado en España ocupa un importante lugar en el total- que se remonta a 2016 y que a la luz de las tensiones registradas entre Azerbaiyán y Armenia en el Alto Karabaj subrayó que “los últimos diez años de Azerbaiyán han estado protagonizados por un espectacular crecimiento económico que se ha sostenido por la explosión de la industria de los hidrocarburos”, en contraste con la situación de Armenia, que, desde su independencia, “ha sido extremadamente delicada”.

El think tank catalán detalla que en los últimos años la economía armenia “ha empeorado significativamente, afectando también a la situación política”, lo que llevó a las autoridades de Ereván “a utilizar el asunto de Nagorno-Karabaj como cortina de humo para ocultar el descontento social” y concluye que “Armenia es el Estado del Cáucaso Sur que menos ha progresado en los 25 años desde la independencia. En cambio, tanto Georgia como Azerbaiyán han avanzado mucho más en bienestar económico y social. La excesiva dependencia económica y energética de Moscú ha provocado que Ereván arrastre un lastre que limita enormemente su crecimiento”.

Enfocado en los vínculos latinoamericanos con el Cáucaso Sur, Manuel Ferez Gil, profesor de Ciencias Políticas y sociólogo con estudios universitarios en México, Chile, Israel y España, en un artículo de 2018 para el portal Informe Oriente Medio, sostiene que “en América Latina, ante la falta de estudios académicos serios”, se debe acudir a expertos como el británico Thomas de Waal, quien en su libro The Caucasus: An introduction (2010, Oxford University Press) explica que la llamada Transcaucasia para los rusos, que así la diferencian del Cáucaso Norte, “es la zona con mayor diversidad lingüística y étnica del mundo, que ya los árabes apodaron Djabal al Alsun (La Montaña de las Lenguas) a su llegada en el siglo VII y en ella el cristianismo, el judaísmo y el islam se asentaron y prosperaron, protegidos (y a veces aislados) por sus montañas”. A lo que deben sumarse, indica, sus recursos naturales y ubicación geográfica que han sido tentación constante para imperios y potencias.

En el campo bilateral, se destaca la carpeta de información y análisis que el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques de México elaboró en 2014 con motivo de la visita que realizó a Bakú una delegación del Senado mexicano y que, pese a los siete años transcurridos desde entonces, con los relevantes cambios que se han verificado en los dos países, mantiene su vigencia en muchos capítulos.

El documento comienza por enfatizar que debe reconocerse que el Milli Majlis (Asamblea Nacional) azerí es el primer Parlamento republicano y secular del mundo islámico y describe a Azerbaiyán como el país más desarrollado en lo económico, el más vasto territorialmente y uno de los más poblados en el Cáucaso Sur, gracias a sus cuantiosos recursos naturales.

“Su antigua y rica herencia cultural contrasta con el hecho de haber sido el primer país de mayoría musulmana en incorporar prácticas seculares y de tolerancia religiosa bajo estándares prácticamente de Europa Occidental. Con base en los vastos recursos energéticos y, a partir de un nuevo modelo de transformación de la economía hacia una de libre mercado, Azerbaiyán ha alcanzado altas tasas de crecimiento, ha reducido de manera importante sus niveles de pobreza y se ha consolidado como una de las 50 economías más competitivas del mundo”, expone.

Señala a los legisladores que visitaron Bakú que la ubicación estratégica de Azerbaiyán como vecino de Rusia, Georgia, Armenia e Irán ha condicionado una política exterior que se distingue por ser una de las más activas en la región eurasiática y una de las más entusiastas para ocupar un espacio de independencia frente a Moscú.

El centro Gilberto Bosques recomienda estudiar en el marco de la reforma energética que México acometió por entonces -hoy en vías de ser desmantelada por la presente administración- el llamado “Contrato del Siglo” entre la Compañía Estatal de Petróleo de la República de Azerbaiyán (SOCAR) y multinacionales del sector en 1994, para afirmar que también es necesario obtener información sobre la experiencia azerí en materia de competitividad, teniendo en consideración su notable avance que le llevó, ya en 2013, a ocupar el sitio 39 global según el Foro Económico Mundial.

En el mismo sentido se pronuncia en cuanto a infraestructura, desregulación, mercados financieros e innovación, pues “en términos relativos, Azerbaiyán ha conseguido, vis-a-vis la gran mayoría de los países de Europa del Este, altos niveles de desarrollo humano y bajos niveles de desempleo”, con un índice de alfabetización “realmente sorprendente” que de acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, llegó a 99.5 por ciento en 2009.

Respecto al conflicto en el Alto Karabaj, que desde su inicio en los años 90 derivó en uno de los aspectos más conocidos del Cáucaso Sur para los latinoamericanos, reiteró que México apoya las resoluciones 822, 853, 874 y 884 que emitió el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que llaman al cese al fuego y al respeto de la soberanía y la integridad territorial de todos los Estados de la región.

Para terminar esta revisión, cito una vez más a Ferez Gil, quien insiste en que “el Cáucaso representa un área de estudio y especialización para historiadores, sociólogos, politólogos, arqueólogos e internacionalistas de América Latina. Es una obligación de los académicos y estudiosos interesados en esta región abrir espacios de información, estudio y análisis”, en lo que coincide el Centro Gilberto Bosques, al asegurar que “el enorme potencial económico, político y cultural de la relación [entre Azerbaiyán y México] merece la imaginación de ambas partes para crear mecanismos que la ubiquen en el lugar prioritario que debería tener para la política exterior mexicana y azerí”.

Gabriel Moyssen, periodista mexicano especializado en asuntos internacionales. Actualmente es editor de la versión impresa del diario El Universal en la Ciudad de México.


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