Si este fue, sin duda, el Mundial más emocionante de los últimos años, su resolución no fue apta para cardíacos. Todo se decidió en el giro final de la última carrera del año; a la que ambos contendientes llegaban empatados a puntos; y después de que entrase a pista, a falta de cinco, un coche de seguridad, como consecuencia del accidente del canadiense Nicholas Latifi (Williams). Hamilton, que lideraba la prueba en ese momento, no cambió neumáticos. Sí lo hizo Verstappen, que, con gomas nuevas lanzó un ataque a muerte en la resalida de una carrera que se decidió en la vuelta final y en la que 'Mad Max', de 24 años, se convirtió en el primer piloto de los Países Bajos en ganar el Mundial de Fórmula Uno.
efe
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