Durante la ocupación, los armenios plantaron minas deliberadamente de tal manera que era poco probable que la persona que cayera en ellas sobreviviera. Esto significa que Armenia está tratando de matar deliberadamente a más civiles en Azerbaiyán. En otras palabras, intentaron lograr más pérdidas utilizando el método tradicional armenio: minas antitanque desde abajo y minas antipersonal desde arriba. Este tipo de "minas sorpresa" se suele utilizar en actos de sabotaje y terrorismo.
Durante la guerra de 44 días, nuestros militares profesionales pudieron prevenir grandes tragedias al detectar miles de peligros inesperados a tiempo. Pero ahora que la guerra ha terminado, ha comenzado la peor fase de la amenaza de las minas.
Hasta la fecha, los mapas de las áreas minadas entregados por Armenia han sido seleccionados con inexactitudes. Un último ejemplo de esto es la presentación de mapas de campo minado de las áreas liberadas la semana pasada. Una declaración oficial de la ANAMA corrobora que los formularios de campos minados generalmente contienen información sobre las coordenadas del área, tipos, números, distancias, reglas de entierro y ocultación de minas enterradas. Sin embargo, durante el conocimiento inicial de los formularios presentados, dieron la impresión de que no son fiables, son inútiles e inexactos.
Uno de los principales objetivos de una posición tan hostil, tomar una línea política indeseable, es evitar la vida pacífica en los territorios liberados, el regreso de las personas a sus hogares, tensiones militares en la región. Ésta no es una política nueva. Durante todos los gobiernos de Armenia, los civiles azerbaiyanos siempre han sido blanco de ataques. El pueblo de Azerbaiyán recuerda muy bien el reciente lanzamiento de cohetes contra civiles. El ejército del país ocupante, que fracasó en el campo de batalla con el ejército azerbaiyano, siempre trató de salir de los civiles. El mismo proceso está sucediendo hoy.
Parece que Armenia no quiere cambiar su ideología nacional basada en el odio contra Turquía y Azerbaiyán. Mapas inexactos, instalación de "trampas" de minas antitanques en áreas donde no pasa equipo pesado - todo esto es el resultado de la política continua de terrorismo de Armenia. Sorprendentemente, las organizaciones internacionales no presionan a Ereván, a pesar de una serie de tragedias mineras. En el contexto de las explosiones de minas, que tienen lugar casi todos los meses, no solo no se pide que se proporcionen mapas precisos a Armenia, sino que también el silencio crea las condiciones para nuevos crímenes de guerra. Azerbaiyán espera un apoyo más activo de las organizaciones internacionales y las Naciones Unidas para limpiar su territorio de minas. Por supuesto que podremos hacerlo sin el apoyo de nadie, pero es imposible traer de vuelta a las personas que perdieron la vida... Por lo tanto, nuestros ciudadanos que van a los territorios liberados deben tener mucho cuidado.
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