Otros dos militares turcos, Kivanc Kasikci y Muhamed Duran Keskin, fallecieron por heridas de bala en la cabeza después de que los yihadistas los capturaran el pasado noviembre en los alrededores de la urbe siria de Al Bab, perteneciente a la Gobernación de Alepo. Turquía, respaldada por la coalición antiterrorista liderada por EEUU, inició el 24 de agosto la operación militar con el fin de limpiar la ciudad fronteriza de Yarábulus de Daesh. Las fuerzas conjuntas continuaron la ofensiva hacia el suroeste después de retomar la localidad. No es la primera vez que los terroristas ejecutan a los cautivos quemándolos vivos. Así, en 2015, Jordania tomó represalias por la ejecución de un piloto jordano, también calcinado vivo, que había neutralizado a cuatro operativos de Al Qaeda.
Sputnik
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