Según el ministro, el vandalismo armenio en Karabaj perseguía el objetivo de borrar de la faz de la tierra el centenario patrimonio histórico y cultural del pueblo azerbaiyano.
"Armenia destruyó completamente o armenizó los monumentos de la cultura islámica en las tierras ancestrales de Azerbaiyán. Durante la supervisión en los territorios liberados, se llevó a cabo un registro de bibliotecas, casas de cultura, clubes, museos, escuelas de música para niños y otros objetos culturales. Se comprobó que todos ellos están en estado de destrucción", destacó Karimov.
"Los armenios guardaban el ganado en las mezquitas. Los museos, mezquitas y monumentos destruidos y saqueados por los armenios en Karabaj son un acto de vandalismo no sólo contra el patrimonio cultural del pueblo azerbaiyano, sino también contra todo el mundo islámico, la cultura humana en general", añadió.
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