La magia que desparrama Lionel Messi en las canchas españolas
En el minuto 67, dejó prácticamente como estatuas a cuatro jugadores del Espanyol para luego rematar a puerta. El portero Diego López soltó el balón y el uruguayo Luis Suárez decretó el 2-0 parcial.
Apenas un minuto después, el genio rosarino volvió a salir de la lámpara y de nuevo cuatro postes espanyolistas fueron testigos de su magia, pero otra vez la acción no acabó en gol. Fue Jordi Alba quien empujó la pelota al fondo, pero los aplausos bajaron de la grada para el argentino.
Era una sensación parecida a la que tuvo Pelé tras el famoso ‘ocho’ al golero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz en el Mundial de México’70.
La recompensa llegó, pero fue mucho más ‘terrenal’. En el 89, desbordó por derecha, le pasó el balón a Suárez, este se lo devolvió ‘bombeado’ y el argentino, sin piedad de Diego López, lo mandó a guardar. Era el 4-1 y el punto final a una noche de dos ‘casi-goles’ fantásticos.
CNN.es