España se convertirá el mes que viene en el cuarto país de la Unión Europea que más refugiados sirios reubica procedentes de Grecia e Italia y el quinto en cuanto a número de reasentamientos de personas procedentes de Líbano y Turquía. Como informó ABC el 11 de abril, la demora en la llegada de estos ciudadanos se ha debido, en buena medida, a la complejidad de los trámites necesarios para poder acogerlos con las necesarias garantías jurídicas y de seguridad. La oposición había aprovechado la crisis humanitaria para criticar duramente la actuación del Gobierno en esta materia.

En lo que se refiere a las reubicaciones, a finales de junio el Ministerio del Interior espera que hayan llegado a España 200 personas, 150 de ellas procedentes de Grecia y otras 50 de Italia, aunque en este último cupo se incluyen los 17 que ya están en nuestro país desde diciembre del año pasado.

Cuando lleguen todas esas personas España será el cuarto país que más reubicaciones ha hecho de la UE, con un 11,8 por ciento de las 1.683 realizadas hasta el momento por todas las naciones que participan en este programa. Por delante se sitúan Francia, con 499, Finlandia, con 259 y Portugal, con 211.


Pero la segunda línea de actuación de España en este asunto se refiere a los programas de reasentamiento. Desde el pasado 1 de marzo el Gobierno trabaja con Acnur para acoger a 386 personas, 285 de ellas procedentes de Líbano y 101 de Turquía. Con este esfuerzo nuestro país se sitúa en el quinto lugar de la UE en cuanto a número de reasentamientos, que suponen un 6,1 por ciento del total que hasta el momento ha realizado Europa.

Para agilizar los trámites, y al igual que se hizo con el programa de reubicaciones, la semana próxima viaja a Turquía un grupo integrado por miembros de la Oficina de Asilo, de la Policía y del Ministerio de Empleo y Seguridad Social para agilizar en lo posible los expedientes. Se espera que puedan llegar en la primera quincena del próximo mes.

El camino para llegar hasta aquí ha sido complicado y largo, pero no solo por causas atribuibles a España. En lo que se refiere al programa de reubicación, el pasado 1 de marzo el Gobierno informó a Grecia e Italia de su voluntad de acoger a 150 personas, en el primer caso, y a 32 para completar el cupo de 50, en el segundo.

Por lo que se refiere a Grecia, desde el pasado 22 de marzo el Ejecutivo comenzó a recibir los expedientes de las personas a reubicar, un proceso que culminó el pasado 18 de abril. Lo primero que se hizo fue realizar los pertinentes controles de seguridad, que comenzaron el 13 de abril y acabaron el pasado día 3. A medida que se aprobaba cada caso se comunicaba a las autoridades griegas para que continuaran los trámites que dependían de ellas. Entre otros, como es lógico, la comunicación al interesado, algo que muchas veces no es sencillo porque están repartidos en distintos lugares del país.


Seguidamente se abrió la fase del traslado del refugiado, para lo cual Grecia tenía que expedir salvoconductos a cada uno de los beneficiados y remitir a la Organización Internacional de Migraciones (OIM) el listado de los aceptados por España para hacer las gestiones para el traslado. Como se va a hacer desde Atenas, habrá que agruparlos allí y antes de su partida se les someterá a un preceptivo examen médico. Solo después pueden viajar a España. Por supuesto, las dificultades de tipo logístico se repiten en el caso de Italia.

Para los reasentamientos se trabaja en los trámites necesarios, eaunque se espera un ritmo más ágil dada la experiencia acumulada.

Una vez en España estas personas se alojarán en centros de acogida, bien del Ministerio de Trabajo o de ONGs subvencionadas para ello, en el que se garantiza alojamiento, manutención, asistencia jurídica, psicológica, atención social y asesoramiento, educación, sanidad, aprendizaje del idioma y ayuda para buscar trabajo.

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