"Acompañamos el clamor de la población del Chocó y hacemos un llamado urgente a todos los actores armados a cesar la violencia y permitir poner en marcha acciones humanitarias que pongan fin a las graves afectaciones que hoy continúan perjudicando gravemente" a la población, señalaron ambos organismos en un comunicado.

La misiva, respaldada también por organizaciones en pro de la paz y la Iglesia Católica, denunció graves violaciones a los derechos humanos de las comunidades negras, indígenas y mestizas que habitan Chocó, "las cuales se han visto gravemente afectadas por el conflicto armado y la persistente violencia en sus territorios".
De acuerdo con los organismos, la persistente violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario en ese departamento (uno de los más pobres y violentos de Colombia) son un obstáculo para alcanzar la paz convenida en los acuerdos de paz alcanzados entre el Gobierno central y la guerrilla de las FARC en noviembre pasado.

En la actualidad la población del Chocó está expuesta a desplazamiento, confinamiento, violencia basada en género, explotación y abuso sexual, asesinato y desaparición forzada, siembra de cultivos de uso ilícito, prácticas de minería, contaminación por armas y minas antipersonal, reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes, entre otras.
Según las denuncias, grupos paramilitares, bandas criminales y la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) se encuentran entre los responsables de los hechos.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) y Mapp-OEA que mantendrán su apoyo a las comunidades afectadas en la región para que las garantías del acuerdo de paz beneficien también al departamento y a las víctimas del conflicto armado en la región.


Reuters

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