Se informó que en uno de los puestos de control 50 hombres armados disfrazados de soldados abrieron fuego contra los guardias que iban en dos coches.
"Cuando nuestro segundo coche se dio cuenta de que no eran soldados, nuestros militares abrieron fuego contra ellos", dijo el representante del servicio de seguridad presidencial, coronel Mike Aquino.
Dos heridos fueron hospitalizados, señala la televisión.
Según medios, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, no se encontraba en la región en el momento del ataque.
Anteriormente, Duterte se dirigió al Parlamento con una solicitud para extender la ley marcial a la parte sur del país.
A finales de mayo pasado, Duterte impuso una ley marcial en la provincia sureña de Mindanao tras los enfrentamientos entre el Ejército y el grupo armado Maute que juró lealtad a Daesh (autodenominado Estado Islámico proscrito en varias naciones, incluida Rusia).
La medida, convalidada en julio por la Corte Suprema de Filipinas, suspende en particular el procedimiento del hábeas corpus, lo que permite a la policía realizar arrestos de sospechosos de terrorismo sin orden judicial.
Sputnik
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