"Al principio no sabía qué estaba pasando. Me caí al suelo y no pude girar para ver si Ammar estaba bien", explica Owen.
"Gateando por detrás del vehículo [dentro del que había estado], al final miré hacia arriba y vi que la bala había golpeado mi vieja GoPro, que le había dado solo unos días antes. La explosión había destrozado la cámara, rociando plástico en su cara y cortando su labio. Supe de inmediato que si no hubiera dado en la cámara, le habría acertado en el corazón y habría sido fatal", continua.
Alwaely fue llevado a un hospital para recibir tratamiento médico y se espera que pronto esté bien.
Etiquetas: #Irak