AZERTAC presenta este mensaje:
"Queridos compatriotas
Les felicito cordialmente con motivo de la sagrada fiesta del Ramadán y les expreso mis mejores deseos a todos.
El mes de Ramadán, que encarna los sentimientos más puros y las intenciones más nobles, inculca valores morales tan elevados como la aspiración a ayudar y compartir. En este bendito mes en el que nuestro Libro Sagrado - el Corán fue enviado, cada musulmán tiene la oportunidad de cumplir dignamente con el deber de conciencia y los deberes ante el Todopoderoso, y experimentar la alegría de los sentimientos de compasión y misericordia.
Azerbaiyán, como uno de los centros históricos y culturales del mundo musulmán, es un lugar único en el que, durante cientos de años, representantes de diversas religiones y confesiones han vivido en paz y tranquilidad, y ha habido armonía y cooperación interconfesional. La religión islámica, que siempre ha hecho un llamamiento a la paz, el humanismo, la fraternidad y la igualdad, ha desempeñado un papel excepcional en el establecimiento de una atmósfera de tolerancia, convivencia democrática, unidad y armonía, basada en el respeto mutuo y la confianza en nuestra sociedad cultural y étnicamente diversa. Hoy en día, la garantía de la libertad de conciencia y de religión, las relaciones entre el Estado y la religión de acuerdo con las tradiciones históricas progresistas y las normas del derecho internacional, la promoción y el fomento de nuestros valores nacionales y morales se encuentran entre las prioridades clave de nuestra política estatal.
Queridos hermanos y hermanas,
Durante los días sagrados del Ramadán, que fortalecen la unidad de nuestro pueblo y se convierten en una celebración de riqueza espiritual y moral, me uno a sus oraciones por la prosperidad y el progreso de nuestro país, y honro la memoria inmortal de los hijos heroicos de la nación que sacrificaron sus vidas por la independencia y la integridad territorial de Azerbaiyán. Estoy seguro de que nuestro agradecido pueblo siempre honrará altamente su sagrado nombre, mostrando constantemente cuidado y atención a las familias de los mártires y heridos.
Quisiera transmitirles una vez más mis saludos festivos a ustedes y a todos nuestros compatriotas que residen en diversos rincones del mundo, y desearles felicidad, prosperidad y bienestar a sus familias.
Que Alá acepte sus ayunos, oraciones y buenas intenciones.
¡Feliz fiesta del Ramadán!
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