La declaración reza:

"El 9 de mayo de 2020 se cumplen 75 años de la victoria sobre el fascismo en la Gran Guerra Patria de 1941-1945. En este significativo día, rendimos homenaje a la memoria de cada uno de los soldados, oficiales y ciudadanos comunes que desempeñaron un papel sin precedentes en la victoria en una de las guerras más terribles de la historia de la humanidad. Habiendo demostrado coraje y heroísmo, habiendo soportado enormes dificultades, inscribieron para siempre sus nombres en las páginas más gloriosas de la historia.

El pueblo de Azerbaiyán contribuyó de manera muy significativa a esta victoria común. Más de 600.000 hijos e hijas de Azerbaiyán fueron al frente, más de la mitad de ellos murieron y desaparecieron en los campos de batalla. Por el valor demostrado durante los años de guerra, 123 ciudadanos de Azerbaiyán fueron premiados con el título de Héroe de la Unión Soviética, y más de 170.000 soldados y oficiales recibieron diversas órdenes y medallas. Las divisiones nacionales de fusilería 77ª, 223ª, 396ª, 402ª y 416ª, formadas por reclutas y voluntarios azerbaiyanos, han recorrido un glorioso camino de batalla desde el Cáucaso hasta Berlín. Los heroicos hijos de nuestro pueblo lucharon valientemente por Moscú, Leningrado, Kiev, Stalingrado, Simferopol, Odessa y cientos de otros asentamientos grandes y pequeños y participaron activamente en la liberación de muchos países del fascismo.

La contribución de Azerbaiyán a la Gran Victoria mediante el suministro de combustible y lubricantes fue inestimable. Entre 1941 y 1945, Azerbaiyán produjo más del 70% del petróleo producido en la Unión Soviética, el 80% de la gasolina y el 90% de los aceites para motores. La gran mayoría de los tanques y aviones del ejército soviético, que desempeñaron un papel decisivo en la victoria sobre el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, se pusieron en marcha con el combustible enviado al frente por los trabajadores petroleros de Bakú. Las empresas de Azerbaiyán, de forma ininterrumpida, produjeron diversos tipos de armas y municiones, tan necesarias para la victoria.

El pueblo de azerbaiyano demostró hazañas laborales sin precedentes en el frente trasero, trabajando día y noche desinteresadamente para satisfacer las necesidades del ejército. Nuestros conciudadanos enviaron al frente más de 7 toneladas de sangre donada, se distinguieron especialmente en el suministro de alimentos y ropa de abrigo a las unidades de combate. En nombre de la victoria sobre el fascismo, Azerbaiyán movilizó todos sus recursos.

Azerbaiyán condena firmemente los intentos de distorsionar la verdad sobre la Gran Guerra Patria, justificar el fascismo y glorificar a los criminales fascistas. Nos preocupa seriamente la glorificación del movimiento nazi y sus secuaces en nuestra región en cualquier forma, incluida la instalación de monumentos. Lamentamos observar que la glorificación de los criminales fascistas se está convirtiendo en la norma de la Yerevan oficial. Tendencias similares en Armenia, que sigue manteniendo una quinta parte del territorio de Azerbaiyán bajo ocupación, violando así de manera flagrante las normas y principios del derecho internacional, violando los derechos fundamentales de más de un millón de azerbaiyanos y cometiendo crímenes de lesa humanidad, como la matanza de Jodzhali, demuestran claramente el carácter agresivo de este país y de sus dirigentes. Sin embargo, como ha demostrado la ingloriosa experiencia del nazismo, el resultado de esas tendencias no es más que la autodestrucción.

Azerbaiyán siempre ha apoyado la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas "Lucha contra la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a la escalada de las formas modernas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia", y creemos que nuestros esfuerzos conjuntos pueden desempeñar un papel importante en la superación de estas alarmantes tendencias.

Los veteranos de la Segunda Guerra Mundial son el orgullo de nuestro pueblo. El heroísmo que demostraron durante la guerra sigue dando lugar a un gran respeto y profundo aprecio de toda la sociedad, honrando sagradamente la memoria de nuestros compatriotas caídos. Aunque han pasado 75 años desde la Gran Victoria, los méritos de nuestro pueblo, que ha mostrado ejemplos de un valor sin igual en la guerra, nunca han perdido y no perderán su significado. Y la justicia, en cuyo nombre lucharon nuestros antepasados, triunfará invariablemente en el futuro".

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