La carta dice:"A pesar del fin del conflicto entre Azerbaiyán y Armenia, las declaraciones y declaraciones que propagan la agresión y la intolerancia hacia los azerbaiyanos se difunden constantemente en los medios y redes sociales armenios, bajo la influencia y presión de las autoridades político-militares de este país".

Se enfatiza que tal política amenaza los derechos humanos, la paz y la seguridad no solo en dos países, sino en toda la región:

“Habiendo liberado de la ocupación sus tierras históricas reconocidas internacionalmente, Azerbaiyán pide a Armenia que ponga fin al conflicto de una vez por todas y se una a la cooperación regional para establecer la paz y la seguridad en el Cáucaso.

Lamentablemente, las autoridades político-militares de Armenia no responden a estos llamamientos y continúan realizando propaganda que incita al odio a Azerbaiyán a nivel internacional.

Como Defensor del Pueblo, le pido que inste a mi colega en Armenia, así como a las instituciones de la sociedad civil de este país, a poner fin a las declaraciones que incitan al odio en el ámbito nacional, destinadas a aumentar la hostilidad entre los dos pueblos, y a llevar a cabo sus actividades para garantizar la protección confiable de los derechos humanos y la convivencia pacífica.

Esta es una condición importante para el establecimiento de la paz y la estabilidad no solo en Azerbaiyán y Armenia, sino en toda la región ".

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