Legado histórico y cultural en el Museo de Alfombras de Bakú

  23 Abril 2021    Leído: 18147
 Legado histórico y cultural en el Museo de Alfombras de Bakú

Las alfombras han sido el eje central del arte y la cultura de los azeríes durante muchos siglos. En el año 2010 su importancia fue reconocida por la UNESCO, que añadió las alfombras azerbaiyanas a su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Las alfombras tradicionales azeríes son densas y sus dibujos son característicos de las distintas regiones donde se practica el arte de tejerlas. El primer museo de alfombras del mundo está en Bakú. Allí se exponen maravillosas alfombras, mientras las piezas más delicadas se conservan en salas climatizadas, para su protección.

"La alfombra es el símbolo de Azerbaiyán, de la cultura y del pueblo azerbaiyano. Es un legado de nuestros antepasados y se ha transmitido de generación en generación, desde hace siglos. Es tan querida y cercana al pueblo azerbaiyano que se puede encontrar una alfombra en cada casa y en el seno de cada familia, lo que la convierte en una parte muy significativa e inseparable de nuestro estilo de vida", declara Anar Kerimov, ministro de Cultura de Azerbaiyán.

Las alfombras son conocidas por su diversidad de composiciones, colores vivos y diferentes técnicas de tejido.

La elaboración de alfombras en Azerbaiyán se remonta a la Edad del Bronce. Hoy en día existen siete grandes escuelas de tejedores, cada una con sus propios patrones y tradiciones.

"Esta alfombra llamada ‘Resistencia’ fue creada en 2017. El tema principal de la alfombra es que los cuervos negros representan la sociedad, y el cuervo naranja es la personalidad. Esta personalidad resiste a la sociedad", señala el artista, Chingiz Babayev.

El museo es también un centro de investigación, formación, cultura y educación donde se celebran eventos como exposiciones, simposios internacionales y conferencias. El Museo de la Alfombra de Azerbaiyán es una atracción única para los habitantes y visitantes de Bakú.

"Trabajo con turistas y siempre recomiendo el Museo de la Alfombra porque es un edificio inusual. Cuando lo observas, desde fuera, es como una alfombra doblada. Y, dentro, me siento como si volviera a mi infancia porque me recuerda a mi abuela. Cuando me despertaba en su casa estival, lo primero que veía era una alfombra", concluye Tatyana Ivashkevich, quien se encuentra de visita en el museo.

euronews


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