Sobre Follman, a quien debió amputársele la pierna derecha pocas horas después del accidente, Rodríguez detalló que en la noche del lunes fue sometido a una nueva cirugía. "Esa pierna derecha tuvo un trauma muy grave, ese muñón tiene un proceso infeccioso, se le hizo proceso quirúrgico y salió para la Unidad de Cuidados Intensivos", dijo Rodríguez. Follman será sometido a una tercera operación en los próximos días y por ahora se lo mantendrá entubado, ya que también tiene una fractura cervical que podría verse afectada en el procedimiento para retirarle la respiración asistida. Respecto de la salud de Ruschel, el parte médico dio cuenta de que sigue en cuidados intensivos pero muestra evolución. "Alan está despierto, está sentado, ha tolerado estar sentado buenos ratos del día, está evolucionando de forma adecuada, continúa en vigilancia estrecha", dijo Rodríguez.
Finalmente, el periodista Rafael Henzel aún continúa en cuidados intensivos debido a una infección pulmonar que padece, pero su evolución es satisfactoria. "Rafael continúa despierto, ha estado sentado (…) el dolor ha estado más calmado, él está respirando mejor, está consciente", precisó Rodríguez, y agregó que el paciente "ha tenido algunos episodios aislados de aumento de temperatura", por lo cual se lo vigila "estrechamente". Por su parte, la Clínica Somer de Rionegro señaló que la otra superviviente del accidente, la auxiliar de vuelo boliviana Ximena Suárez, "continúa recuperándose de sus lesiones" y "probablemente será dada de alta a finales de esta semana".
El sexto sobreviviente del siniestro, el técnico de aviación Erwin Tumirí (miembro de la tripulación), recibió el alta médica el pasado viernes y fue repatriado ese mismo día a Bolivia. El derrumbe del avión, aparentemente por falta de combustible, causó la muerte de cinco bolivianos, un paraguayo y un venezolano que integraban la tripulación, así como de 52 brasileños que hacían parte del Chapecoense y que viajaban a Medellín para disputar el primer partido de la final de la Copa Sudamericana con el equipo colombiano Atlético Nacional. El Chapecoense, que perdió casi todo su plantel en el siniestro, es un modesto equipo de fútbol que ascendió meteóricamente desde la cuarta división a la serie A en 2014 y logró llegar este año a una final continental.
Reuters
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