Azerbaiyán envió una carta al Secretrio General de ONU en relación con el 29º aniversario del genocidio de Joyalí

  26 Febrero 2021    Leído: 617
Azerbaiyán envió una carta al Secretrio General de ONU en relación con el 29º aniversario del genocidio de Joyalí

El representante permanente de la República de Azerbaiyán ante la ONU, Yashar Aliyev, ha enviado una carta al secretario general de la ONU en relación con el 29º aniversario del genocidio de Joyalí cometido por las fuerzas armadas armenias en febrero de 1992.La carta dice que hace veintinueve años tuvo lugar la mayor masacre de la historia del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, cuyas víctimas fueron civiles y defensores de la ciudad de Joyalí, situada en la región de Nagorno-Karabaj de la República de Azerbaiyán.

AZERTAC presenta la carta:

"Como es bien sabido, el conflicto armado que continúa entre Armenia y Azerbaiyán comenzó a finales de 1987, con las reivindicaciones territoriales ilegales e injustificadas de Armenia sobre la provincia autónoma azerbaiyana de Nagorno Karabaj. Esas reivindicaciones marcaron el inicio de los ataques contra los azerbaiyanos en la provincia autónoma, y su expulsión de esa provincia y de la propia Armenia.
A finales de 1991 y comienzos de 1992, Armenia desató una guerra total contra Azerbaiyán. Como resultado de esa guerra, Armenia ocupó una parte del territorio de Azerbaiyán, incluidos la región de Nagorno Karabaj y los siete distritos circundantes. La guerra se cobró la vida de decenas de miles de personas y destruyó ciudades, pueblos y aldeas; miles de personas desaparecieron en relación con el conflicto; y en todas las zonas capturadas la población azerbaiyana fue blanco de depuración étnica. Algunos de estos actos que constituyen crímenes de guerra también se pueden calificar como crímenes de genocidio, ya que los azerbaiyanos étnicos han sido objeto de ataques debido a su nacionalidad o su etnia, y la intención en este caso ha sido destruir parcialmente el grupo.

Hace 28 años se perpetró la mayor masacre de ese conflicto: la matanza de civiles y defensores de la ciudad de Joyali, situada en la región azerbaiyana de Nagorno Karabaj. Un comentarista experto ha descrito la matanza de Joyali como "la peor atrocidad de la guerra entre Armenia y Azerbaiyán con mucha diferencia" .

Antes del conflicto, en esa ciudad vivían 7.000 personas. Desde octubre de 1991, Joyali quedó totalmente rodeada por las fuerzas armenias. Durante el invierno de 1991-1992 la ciudad fue bombardeada casi a diario, incluso con ataques indiscriminados o directamente dirigidos a objetivos civiles. En la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, tras intensos bombardeos, la ciudad fue invadida desde diferentes puntos. El asalto fue llevado a cabo por las fuerzas armadas armenias, con la asistencia del regimiento de guardias de infantería núm. 366 de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Como resultado del ataque y la toma de la ciudad, murieron 613 civiles, entre ellos 106 mujeres, 63 niños y 70 personas mayores. Otras 1.000 personas resultaron heridas y 1.275 fueron tomadas como rehenes. Hoy en día, 150 personas de Joyali siguen desaparecidas.

Hay abundantes fuentes, integradas, entre otras cosas, por documentos de organizaciones internacionales y conclusiones de investigaciones independientes realizadas por periodistas extranjeros, activistas de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales internacionales, que contribuyen a corroborar la veracidad de los hechos.

Así pues, las noticias que salieron a la luz en los días siguientes a la tragedia de Joyali revelaron la magnitud de la brutalidad.

Refiriéndose a la crónica de un corresponsal de Reuters en Aghdam (Azerbaiyán), The Independent informó de que "después de una masacre, los azeríes estaban enterrando a multitud de personas que murieron cuando los armenios invadieron la ciudad de Joyali, el segundo mayor asentamiento azerí de la zona. 'El mundo está dando la espalda a lo que está pasando aquí. Nos estamos muriendo y ustedes se limitan a mirar', le gritó una persona que participaba en un duelo a un grupo de periodistas" .

El periódico australiano The Age informó de que "el número exacto de víctimas aún no está claro, pero no hay duda de que civiles azeríes fueron masacrados por el ejército armenio en las montañas nevadas de Nagorno Karabaj la semana pasada" .

Pascal Privat y Steve Le Vine, de Newsweek, publicaron la siguiente información en su artículo titulado "El rostro de una masacre":
Azerbaiyán volvió a ser un osario la semana pasada: un lugar de refugiados en duelo y decenas de cadáveres destrozados arrastrados a una morgue improvisada detrás de la mezquita. Eran hombres, mujeres y niños azerbaiyanos comunes y corrientes de Joyali, una pequeña aldea de Nagorno-Karabaj devastada por la guerra e invadida por fuerzas armenias los días 25 y 26 de febrero. Muchos fueron asesinados a corta distancia mientras intentaban huir; algunos tenían la cara mutilada, a otros les habían arrancado la cabellera .

Jill Smolowe, de la revista Time, publicó la siguiente información en su artículo titulado "Masacre en Joyali":

Aunque se discuten los detalles, es evidente que algo sombrío e inadmisible sucedió en la ciudad azerbaiyana de Joyali hace dos semanas. Hasta ahora, unos 200 azerbaiyanos muertos, muchos de ellos mutilados, han sido transportados fuera de la ciudad e introducidos en el enclave de Nagorno-Karabaj, dominado por los armenios, para ser enterrados en el vecino Azerbaiyán. Se desconoce el número total de muertes —los azerbaiyanos afirman que han sido asesinados 1.324 civiles, la mayoría de ellos mujeres y niños .

Human Rights Watch/Helsinki ha afirmado que durante el asalto a Joyali las fuerzas armenias "hicieron caso omiso deliberadamente" de la prohibición de realizar ataques que causaran un número desproporcionado de bajas civiles. Además, ha manifestado lo siguiente:

[Testigos oculares] indicaron que había suficiente luz para permitir una visibilidad razonable y, por lo tanto, para que los atacantes pudieran distinguir a los civiles desarmados de las personas que estaban armadas o usando armas. Además, a pesar de los testimonios contradictorios sobre la dirección de la que procedían los disparos, las pruebas indican que los atacantes dispararon indiscriminadamente a todas las personas que huían. En estas circunstancias, la matanza de los combatientes que huían no podía justificar el número previsiblemente elevado de bajas civiles .

De acuerdo con el Memorial Human Rights Centre, "hubo violencia masiva contra los civiles de Joyali durante la operación militar de toma de esa ciudad"; "los asesinatos en masa de civiles cometidos en la zona del 'corredor libre' y el territorio adyacente no pueden justificarse en ninguna circunstancia"; "los civiles que permanecieron en Joyali después de que esa ciudad fue tomada por los destacamentos armenios fueron deportados"; "esas actividades se llevaron a cabo de manera organizada"; "hubo violencia contra los habitantes de Joyali que fueron detenidos". El Centro concluye su investigación afirmando que "los actos de las unidades armenias de Nagorno Karabaj contra los civiles de Joyali durante el ataque a la localidad constituyen una violación grave del Convenio de Ginebra y también de la Declaración Universal de Derechos Humanos".

Organizaciones internacionales y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han reconocido la gravedad de la atrocidad cometida en Joyali. En una declaración formulada el 11 de marzo de 1992, pocas semanas después de la masacre, el Comité de Ministros del Consejo de Europa emitió una declaración en la que expresó profunda preocupación "por las recientes denuncias de atrocidades y asesinatos indiscriminados" en Azerbaiyán y condenó firmemente "la violencia y los ataques contra la población civil en la región de Nagorno Karabaj de la República de Azerbaiyán" . El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha llegado a la conclusión de que la masacre cometida en Joyali conllevaba "actos de especial gravedad que podrían constituir crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad" . La Organización de Cooperación Islámica ha pedido que lo que ha descrito como "el asesinato en masa de civiles azerbaiyanos perpetrado por las fuerzas armadas armenias en la ciudad de Joyali" sea reconocido a nivel internacional y nacional como un "acto genocida" y un "crimen de lesa humanidad"10.

Los crímenes cometidos en Joyali no fueron un acto aislado ni esporádico, sino parte esencial de la política y la práctica generalizadas y sistemáticas seguidas por Armenia. Los civiles azerbaiyanos de muchos otros pueblos y ciudades del país fueron objeto de atrocidades similares por parte de las fuerzas armenias. En el informe exhaustivo sobre los crímenes de guerra en los territorios ocupados de la República de Azerbaiyán y la responsabilidad de la República de Armenia, publicado recientemente, se aportan pruebas convincentes sobre el alcance, la variedad y la continuidad de las violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por Armenia y sobre la comisión de múltiples crímenes de guerra de los que Armenia es responsable con arreglo al derecho internacional y de los que se derivan también responsabilidades penales individuales (véase A/74/676-S/2020/90, 7 de febrero de 2020).

Sin embargo, los autores de los crímenes cometidos en Joyali y en otros lugares de los territorios ocupados de Azerbaiyán no solo siguen gozando de impunidad, sino que reciben honores en Armenia, vulnerando el derecho internacional y los derechos humanos, así como los objetivos de la solución pacífica del conflicto. Es sumamente importante que la comunidad internacional insista en que se rindan cuentas por los atroces crímenes cometidos contra los civiles azerbaiyanos durante la guerra, de conformidad con el derecho internacional de la responsabilidad del Estado y el derecho penal internacional. Esa rendición de cuentas debe ser una consecuencia inevitable de los delitos cometidos y un requisito previo esencial en el camino de la paz y una verdadera reconciliación.

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento de la Asamblea General, en relación con los temas del programa 32, 37, 68, 70, 75 y 83, y del Consejo de Seguridad".


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