El artículo reza: “El año 2020 no tuvo precedentes para la mayoría de las naciones del mundo debido a los muchos desafíos que trajo consigo la pandemia mundial inducida por COVID-19. Para los azerbaiyanos y los armenios, el año pasado también se recuerda por la guerra de 44 días que puso fin de manera efectiva al prolongado conflicto de tres décadas entre sus dos naciones por la región de Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán. La guerra que duró del 27 de septiembre al 10 de noviembre de 2020 dio lugar a la firma de la Declaración Trilateral entre la Federación de Rusia, Azerbaiyán y Armenia el 10 de noviembre, que contenía nueve importantes disposiciones que, entre otras cosas, preveían la desocupación de todos los territorios restantes de Azerbaiyán y el despliegue de un contingente de mantenimiento de la paz de la Federación de Rusia, paralelamente a la retirada de las fuerzas armadas armenias y la apertura de todas las comunicaciones económicas y de transporte de la región.

Hasta el momento, el acuerdo se está aplicando sin grandes interrupciones. Las ciudades de Agdam, Kalbadjar y Lachín fueron devueltas a Azerbaiyán de conformidad con las disposiciones pertinentes (2 y 6) de la Declaración y el personal de mantenimiento de la paz ruso ha asumido sus puestos para facilitar la aplicación de los acuerdos. En la ciudad de Agdam hay un centro conjunto de mantenimiento de la paz en el que también participan militares de la República de Turquía y se informa de que el personal militar turco -un general y 35 oficiales militares- ya ha comenzado a desempeñar esta función. Sin embargo, la disposición 4 de la declaración, en la que se prevé la retirada de las fuerzas armadas armenias y el despliegue de personal de mantenimiento de la paz, ha tropezado hasta ahora con algunos obstáculos en lo que respecta al desarme de las restantes agrupaciones armadas armenias en los territorios de Azerbaiyán que actualmente están controlados por personal ruso de mantenimiento de la paz. Recientemente, Azerbaiyán anunció que su Servicio de Seguridad del Estado ha estado llevando a cabo una operación antiterrorista contra las milicias armenias que acechan en la zona boscosa alrededor del asentamiento de Hadrut liberado del distrito de Jodjavand de Azerbaiyán. Azerbaiyán también informó de la captura de 62 ciudadanos de Armenia que, al pasar por el corredor de Lachin después de la declaración del 10 de noviembre, llegaron a Azerbaiyán para llevar a cabo actos de sabotaje contra Azerbaiyán.

La plena aplicación de todas las disposiciones de la Declaración Trilateral del 10 de noviembre es vital, especialmente ahora que las partes se están embarcando en la apertura de todas las comunicaciones económicas y de transporte, como se consagra en el artículo 9 de la declaración. Una reunión entre los presidentes de Rusia y Azerbaiyán y el primer ministro de Armenia, celebrada en Moscú el 11 de enero de 2021, dio lugar a la firma de una segunda declaración trilateral que puso en marcha efectivamente este mismo proceso. Según esta nueva declaración de Moscú, el desbloqueo de todas las comunicaciones en la región será supervisado por un Grupo de Trabajo Trilateral bajo la copresidencia de los viceprimeros ministros de Rusia, Azerbaiyán y Armenia. Este Grupo de Trabajo debe celebrar su primera reunión antes del 30 de enero y decidir las principales prioridades de este proceso. También se establecerán subgrupos de expertos que representen a los órganos estatales pertinentes de las tres partes. Este grupo de expertos se encarga de preparar una lista de proyectos y los recursos necesarios para su ejecución en el plazo de un mes después de que se celebre la primera reunión del Grupo de Trabajo Trilateral. Posteriormente, para el 1º de marzo de 2021, el Grupo de Trabajo Trilateral tiene que presentar la lista para su aprobación y proporcionar un calendario de las medidas que se han de adoptar para el restablecimiento de la infraestructura de transporte existente y el establecimiento de nueva infraestructura de transporte en la región.

Después de la Declaración Trilateral del 10 de noviembre de 2020, la nueva declaración firmada en Moscú el 11 de enero se convirtió en otro importante ladrillo del muro de la cooperación y la coexistencia pacífica en el Cáucaso meridional. Este hito también fue precedido por la propuesta, formulada por los dirigentes de Azerbaiyán y Turquía, Ilham Aliyev y Recep Tayyip Erdogan, durante la visita de este último a Azerbaiyán a principios de diciembre de 2020, de participar en el desfile de la victoria en Bakú, para poner en marcha una plataforma de cooperación multilateral en la que participen los seis países de la región: Turquía, Azerbaiyán, Rusia, Irán, Georgia y también Armenia. El éxito en el desbloqueo de todas las comunicaciones y el lanzamiento de nuevas plataformas de cooperación depende de la buena voluntad y la dedicación de todas las partes y de la voluntad de Armenia de pasar la página de una historia empañada por la ocupación, el irredentismo, el nacionalismo exacerbado y el expansionismo. Esas políticas han causado enormes daños y calamidades en una región que ya ha perdido muchas oportunidades de paz y prosperidad. Pax Caucasia no debe seguir siendo un sueño lejano; por primera vez desde la independencia de las antiguas repúblicas soviéticas del Cáucaso meridional, las perspectivas de alcanzar este ideal parecen estar al alcance de la mano. Ha llegado el momento de curar viejas heridas y avanzar: hacia un Cáucaso Sur mejor, próspero y pacífico”.

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