Firmado por el presidente del Tribunal Supremo de la República de Azerbaiyán, Ramiz Rzayev, el comunicado dice:

“En las últimas horas del 17 de octubre de 2020, las fuerzas armadas de la República de Armenia lanzaron una vez más un ataque con misiles desde su territorio contra la segunda ciudad más grande densamente poblada de la República de Azerbaiyán, la histórica ciudad de Ganja, que se encuentra aproximadamente A 100 kilómetros de la zona militar activa en el territorio de Azerbaiyán.

Se informa que 15 civiles, entre ellos cinco niños, murieron y más de 57 sufrieron heridas de diversa gravedad como consecuencia de los ataques terroristas cometidos contra la población civil azerbaiyana. Además de las víctimas civiles de las que se informa, se infligieron graves daños a la infraestructura civil.

El gobierno de Azerbaiyán ha declarado que en todo momento respeta el principio fundamental del derecho internacional humanitario, que exige que las fuerzas armadas respeten la prohibición absoluta de atacar a civiles o llevar a cabo ataques que perjudiquen indiscriminadamente a civiles. Las fuerzas armadas de Azerbaiyán han afirmado su compromiso de no tomar represalias contra la población civil, sino de asestar grandes golpes a los objetivos militares legítimos del enemigo en el campo de batalla.

Como resultado del ejercicio del derecho inherente a la legítima defensa en pleno cumplimiento del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas con miras a restaurar la integridad territorial de sus fronteras internacionalmente reconocidas sobre la región de Nagorno-Karabaj y siete distritos circundantes, las fuerzas armadas azerbaiyanas han liberado varias ciudades y asentamientos azerbaiyanos en las últimas semanas de la ocupación armenia, incluidas las ciudades de Jabrayil, Fuzuli y Zangilan.

Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que condene enérgicamente los ataques terroristas contra la ciudad de Ganja y otros asentamientos residenciales de Azerbaiyán. Quienes han perpetrado estos atroces crímenes de lesa humanidad, incluida la masacre sin precedentes cometida contra la población civil azerbaiyana en la ciudad de Joyali en febrero de 1992, deben ser detenidos de inmediato y llevados ante la justicia.

Respaldamos los esfuerzos del gobierno de Azerbaiyán para restaurar su integridad territorial y para implementar los términos explícitos de las Resoluciones 822, 853, 874, 884 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de 1993, que reconocen a Nagorno-Karabaj y los distritos adyacentes como parte integral de Azerbaiyán y demanda de la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas armadas de Armenia de los territorios ocupados de Azerbaiyán ”.

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