La situación humanitaria en Siria sigue siendo alarmante al entrar en el décimo año de guerra civil, dice Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en una entrevista exclusiva con la Agencia Anadolu.

"Ha habido una reducción de los combates (en Siria), pero eso no ha resuelto el problema de unos 2,8 millones de personas que están allí y que necesitan nuestro apoyo. Para ayudarles, Turquía es un actor clave", afirma Laerke.

El mes pasado, 1.800 camiones de ayuda cruzaron la frontera de Turquía a Idlib, al noroeste de Siria, señala Laerke. El portavoz agrega que el país también ayuda a la ONU a entregar la asistencia en la nación vecina.

Laerke dice que a pesar de la reducción de los combates, la situación no ha mejorado para la mayoría de los civiles sirios. Alrededor de 11 millones de personas todavía necesitan la ayuda, protección y apoyo de la ONU.

Con la pandemia de la COVID-19, la economía está empeorando y los precios de los alimentos están subiendo, recalca. "La guerra en Siria está entrando en su décimo año, que es la misma cantidad de tiempo que la Primera y Segunda Guerra Mundial juntas, esto significa que ha sido una guerra sorprendentemente larga", advierte Laerke.

Este año, la ONU está pidiendo 3,8 millones de dólares para ayudar a Siria, en términos de refugio, alimentos y servicios de salud, añade.

Otro llamado de la ONU tendrá como objetivo ayudar a los países vecinos de Siria, y Turquía está entre ellos, según Laerke. El monto total de esta solicitud será de USD 5 a 6 mil millones.

Siria ha estado atrapada en una guerra civil despiadada desde principios de 2011, cuando el régimen de Bashar al-Assad tomó medidas enérgicas contra las protestas en favor de la democracia con una ferocidad inesperada. Desde entonces, cientos de miles de personas han sido asesinadas y más de 10 millones han sido desplazadas, según funcionarios de la ONU.

Etiquetas: