Texas y Florida ordenan de urgencia el cierre de bares tras registrar varias jornadas récord en contagios

  27 Junio 2020    Leído: 782
Texas y Florida ordenan de urgencia el cierre de bares tras registrar varias jornadas récord en contagios

Estados Unidos supera los 40.000 nuevos casos al día, muchos entre la población joven.

Las «ice house» es algo tan texano como los sombreros Stetson. Son bares con terrazas enormes, a medio camino entre el «saloon» de un «western» y un «biergarten» alemán. En Houston, la principal ciudad del estado, viven una segunda juventud, después de haberse establecido en el lejano Oeste a mediados del siglo XIX como un lugar donde comprar hielo, cerveza y alimentos en parajes desolados. Ahora son locales de moda, reventados de gente joven, en una ciudad pujante, cada vez con más gente y más dinero. Desde el viernes, como el resto de bares de la ciudad, están cerrados hasta nuevo aviso.

Texas y Houston se han convertido en una de las nuevas zonas calientes de la pandemia. Los jóvenes y los lugares donde se reúnen, como las «ice house», están en el punto de mira. EE.UU. vive un repunte de contagios, después de haber batido el récord de casos nuevos diario el miércoles y el jueves, cuando se sobrepasó por primera vez la cifra de 40.000 casos. La mitad de las infecciones, advirtieron las autoridades, ocurren entre menores de 35. Hartos de restricciones, se han lanzado a irse de juerga a la menor oportunidad.

La situación ha forzado al gobernador de Texas, Greg Abbott, a dar un giro a su política de reactivación económica, de la que fue uno de los mayores defensores. El jueves, mientras Texas batía sus récords de contagio varias veces en la última semana, aseguraba que el cierre de negocios era «lo último que queremos hacer». Ayer, sin embargo, ante el acumulamiento de casos, reconoció que «está claro» que el repunte «está impulsado en gran parte por ciertas actividades, incluida la congregación de texanos en los bares». Decretó su cierre a partir de las doce del mediodía y sin fecha de momento de reapertura. Sí podrán funcionar para entregar comida para llevar. Mientras tanto, los restaurantes, a los que ya se les había permitido operar con una capacidad del 75%, tendrán que reducirla al 50%.

La situación es similar en Florida, otro de los estados que se lanzó a la reapertura de negocios con premura y ahora observa un aumento pronunciado de casos. Ayer, se registraron casi 9.000 nuevos, un salto considerable frente a los más de 5.000 de los días anteriores, que ya suponían récords diarios para el estado. El gobernador, el republicano Ron DeSantis, decretó la prohibición de venta de alcohol en los bares como una forma de limitar la expansión del virus. Florida es un polo turístico de EE.UU., con visitantes de todo el país en busca de playas y juergas. Pero también es uno de los destinos preferidos para los jubilados, que dedican sus ahorros a un retiro dorado.

Algo similar ocurre en Arizona, donde los casos se han disparado en la última semana. Otros estados con récords al final de esta semana son Alabama, Alaska, Montana, Misuri y Utah.

La preocupación para las autoridades son los estados con porcentaje alto de positivos, por encima del 10%. La doctora Deborah Birx, la coordinadora del grupo de trabajo de la Casa Blanca para la pandemia, señaló ayer a estados como Texas, Arizona, Florida y Misisipi con esos niveles. Era la primera vez en dos meses que el grupo comparecía en público con su líder, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence.

«Ahora es diferente», dijo Pence ante el aumento de casos, por «nuestra capacidad de respuesta y por la naturaleza de quienes se infectan», añadió en referencia a la población joven, que sobrelleva mejor la enfermedad. El vicepresidente defendió la decisión de Trump de celebrar un mitin el fin de semana en Oklahoma -un estado que también ha tocado récord de casos- y sobre la no obligación de llevar mascarillas en estos actos, aseguró que es una cuestión de «libertad y de responsabilidad personal».

abc


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